Siempre estuvieron ahí, pero recién las podemos ver en acción, gritar sus goles y corear sus nombres. El fútbol femenino en el país acaba de obtener una nueva conquista en su lucha por romper con el consabido estereotipo de que “el fútbol solo es cosa de hombres”. Por primera vez en la historia, la Liga Femenina será televisada en su totalidad (a través de Movistar Deportes), dando la oportunidad a las futbolistas peruanas de construir una carrera profesional. Hasta hace pocos años esto resultaba inimaginable, cuentan las protagonistas del torneo. La primera fecha arrancó la semana pasada y, para muchas de ellas, llegar hasta aquí ha implicado una serie de esfuerzos y sacrificios que por fin se ven recompensados.
PASE AL PASADO
El rastro más conocido acerca de los inicios del fútbol femenino nos lleva hasta 1894. Ese año, Nettie Honeyball, una activista por los derechos de la mujer, fundó en Inglaterra el club deportivo British Ladies Football Club. “La Primera Guerra Mundial fue clave en la masificación del fútbol femenino. Debido a que muchos hombres salieron al campo de batalla, la mujer se introdujo en la fuerza laboral. En ese contexto, muchas fábricas tenían sus propios equipos de fútbol, que hasta ese entonces eran formados exclusivamente por varones”, cuenta Víctor Álvarez, historiador y profesor de la PUCP. Ese apogeo solo duró hasta 1921. La Asociación de Fútbol de Inglaterra prohibió la práctica de fútbol entre mujeres aduciendo que atentaba contra su femineidad, comenta Álvarez. El veto se prolongó por medio siglo.
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En esta parte del mundo también se censuró al fútbol femenino. En Brasil, una de la capitales del deporte rey, se prohibió por más de cuarenta años, de 1941 a 1983. ¿Qué pasaba en Perú? “Se tiene poca información sobre sus inicios, pero todo indica que se empezó a practicar en la década del cincuenta. Era una época donde existían muchos movimientos sociales que luchaban por la igualdad de la mujer. De hecho, la mujer peruana obtiene su derecho a voto en 1955. El deporte femenino empieza a difundirse y surgen equipos de básquet, vóley y tenis. Los clubes como espacios de interacción social les permiten a las mujeres jugar fútbol en pequeños torneos o en alguna fecha especial”, explica Álvarez.
En las décadas del sesenta y setenta, sin embargo, su práctica se diluyó. En los ochenta –cuenta el historiador–, comenzó su expansión de la costa a otras ciudades del interior. Es así que nacen distintas expresiones culturales de este deporte, como los campeonatos de fútbol de mujeres aimaras en el Altiplano. Pero no fue hasta la década del noventa que se forman las primeras selecciones de fútbol femenino. “Las convocatorias consistían en poner carteles en Videna y en el Estadio Nacional, donde se decía que si tenías determinada edad y sabías patear una pelota te acercaras a formar parte del equipo”, relata la socióloga Alejandra Paz en su tesis “Pasión, discriminación y corrupción: el fútbol femenino en Lima (2000-2018)”. “En los años noventa, la Federación no tenía la obligatoriedad de organizar campeonatos de fútbol femenino. Por esa razón, el apoyo era mínimo, pues no se tenía que cumplir con un calendario”, añade.
Pese a siempre remar contra la corriente, la selección de fútbol femenino obtuvo la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos del 2005. La goleadora de ese campeonato fue Miryam Tristán, una de las futbolistas de nuestra portada, con 10 anotaciones. “Sin embargo, el éxito no se pudo mantener y se fue debilitando. El país machista y la crisis económica –del 2008– fueron excusa para que los dirigentes dejen de apoyar económicamente, de difundir, de organizar torneos y de hacer convocatorias para selecciones”, sostiene Paz en su tesis. El proyecto se desinfló y las jugadoras no podían vivir del aire. Ante la falta de apoyo, priorizaron sus estudios u otros trabajos.
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PITAZO INICIAL
Según datos actualizados de la FIFA, más de 13 millones de mujeres juegan fútbol en el mundo. Este auge se ha visto potenciado, entre otras cosas, gracias al activismo de futbolistas que luchan por los derechos del fútbol femenino. La estadounidense Megan Rapinoe es uno de los rostros que lidera los reclamos sobre la paridad de salarios en este deporte. “No pido el mismo sueldo que Messi”, ha dicho la campeona del Mundial Femenino en el 2019. “Nosotras luchamos por igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Todo el mundo está preparado para que cobremos lo mismo”.
En nuestro país, Marisella Joya (41) es una de las futbolistas que más hace sentir su voz. Hace unas semanas, luego de compartir una foto de sus entrenamientos en redes, recibió un ofensivo mensaje en el que pedían su jubilación. “Yo juego hasta cuando me dé la gana”, respondió la defensora del club César Vallejo. Marisella cuenta que volvió del retiro luego de saber que la Liga Femenina iba a ser transmitida. “No podía perderme esta oportunidad. Yo juego fútbol desde hace más de veinte años y recién siento que nos están dando el espacio que nos merecemos”, le comenta a Somos la también campeona de los Juegos Bolivarianos 2005. Los últimos meses se dedicó a ponerse bien físicamente, repartiendo su tiempo entre hacer deporte y su trabajo como asistente ejecutiva de una empresa trasnacional.
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Caso similar es el de Miryam Tristán (36). Por la pandemia, las actividades deportivas fueron suspendidas y el fútbol femenino fue uno de los más afectados. El torneo estuvo en para todo el 2020 y Miryam, nuestra legendaria goleadora, tuvo que encontrar una manera alternativa de obtener ingresos. Fue así que junto a una buena amiga puso manos a la obra para sacar adelante Tu Lado Chancho, un emprendimiento con el que reparten por delivery suculentos platos de chancho al cilindro y otras delicias. “Tengo una hija pequeña que debo sacar adelante. Lamentablemente, no puedo vivir únicamente del fútbol. Con la transmisión de los encuentros espero que la cosa cambie y así las nuevas generaciones de futbolistas tengan mejores oportunidades”, comenta.
María José Cáceres (24), capitana de Universitario, es una de las llamadas a liderar esta nueva generación de futbolistas peruanas en la que también destacan los nombres de Cindy Novoa, María Paz Ramayon, Lorena Cortez, las hermanas Xioczana y Xiomara Canales, entre muchas otras. “Ahorita estoy enfocada en ganar el torneo con la ‘U’ y clasificar a la Copa Libertadores Femenina”, cuenta María José, quien estudió la carrera de Educación Física. “Mi sueño es tener una selección competitiva y poder tentar ir al Mundial”, añade.
“Somos más mujeres trabajando en un mundo que antes era mal llamado de hombres. En la actualidad, el rol de la mujer en el fútbol es protagonista”, comenta la periodista y comentarista deportiva Daniella Fernández. Tras varios años de lucha, nuevos vientos soplan en el fútbol.
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EMBAJADORAS PERUANAS
Jugadoras del medio local que han podido ir al extranjero.
- LILIANA NEYRA. La futbolista milita en el club Amora FC de Portugal. En Perú formó parte de los equipos: JC Sport Girls y Alianza Lima.
- MACA LÓPEZ. La seleccionada peruana llegó a Brasil para fichar por el club Realidade Jovem de Rio Prieto. Participó en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
- PIERINA NÚÑEZ. Es la primera peruana en jugar en la primera división del fútbol femenino español. Su club es el EDF Logroño.
- MARYORY SÁNCHEZ. La portera peruana fichó por el club Deportivo Cali de Colombia. Fue una de las jugadoras más destacadas en Lima 2019.
DÓNDE VER LOS PARTIDOS
Los encuentros serán transmitidos en vivo y en directo por Movistar Deportes (canal 3 y 703) y por la multiplataforma Movistar Play.
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