Lorena Salmón y su manual de vida feliz

Un mudra es un gesto sagrado realizado con las manos. Cada ejercicio tiene una finalidad específica. El que Lorena Salmón ha elegido compartir es el mudra de la concentración. Lo hace en su nuevo libro –con una sencilla, aunque esclarecedora ilustración–, como parte de un capítulo dedicado a dejar ir el pasado. La práctica debe realizarse cada vez que uno desea enforcarse en un objetivo concreto. Un objetivo como el presente, por ejemplo.

"Cómo transformar tu vida para que seas muy feliz" (Grijalbo, 2017) es un título ambicioso y su autora es consciente de ello. Este no es, sin embargo, un libro de autoayuda en el sentido más tradicional. “No creo que la gente piense que yo he logrado conseguir la felicidad permanente. Tampoco que estoy resuelta”, explica Salmón. “Lo que hay aquí es un compendio de mis propias fórmulas; de lo que he ido aprendiendo y me ha funcionado”, añade sobre su primera publicación. Los mensajes que Lorena cuelga con regularidad en la plataforma virtual que se ha convertido en su bitácora desde setiembre de 2015 (Que seas muy feliz) sirvieron como punto de partida. “De alguna manera, lo que posteo ahí cada día está alineado con lo que necesito escuchar. Es una especie de ‘autoporra’ personal, que también funciona para el resto, finalmente”, indica. Lorena no ha vuelto a escribir de moda o de marcas desde que empezó con el proyecto.

Un año exactamente es lo que le ha costado terminarlo y no es coincidencia que haya elegido ordenarlo en 12 capítulos, como los meses del calendario. El rol de los padres, la alimentación y la respiración o las listas de canciones para animar el espíritu forman parte de la temática. Relaciones tóxicas y consejos para emprender un cambio también componen el viaje, todo desarrollado con detalles de su experiencia personal. Hay algo para cada quien. Lo que también hay es la esperanza de que, si se juntan las piezas correctas del rompecabezas, la promesa de ser muy feliz –o al menos serlo un poquito– puede no sonar del todo lejana.