El 4 de junio del 2014, el Ministerio de Cultura, mediante Resolución Ministerial 182-2014, decretó que en junio se celebre el Mes de la Cultura Afroperuana. El objetivo es “sensibilizar, informar y difundir a la ciudadanía la historia y los grandes aportes de la población afrodescendiente en el Perú, y que se inserte en las agendas públicas los lineamientos y políticas públicas que mejoren la calidad de vida de esa comunidad”.
Junio fue escogido en conmemoración del nacimiento del músico, poeta, compositor y musicólogo Nicomedes Santa Cruz, ocurrido el 4 de junio de 1925, en el distrito de La Victoria, en Lima. Hoy veremos qué se sabe sobre la salud de la población afroperuana, un grupo étnico de enorme contribución a la identidad nacional.
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Grupo invisible
Según la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2013, el 1,6% de la población entrevistada se autoidentificó como afroperuana. Lamentablemente –de acuerdo con la Defensoría del Pueblo–, “los afroperuanos viven en una situación de vulnerabilidad, postergación e invisibilidad que genera un impacto negativo en el ejercicio pleno de sus derechos, lo que tiene como consecuencia un proceso de estancamiento en la mejora de sus condiciones de vida”.
Esa invisibilidad se manifiesta en la ausencia de datos confiables sobre el estado socioeconómico y de salud de la población afroperuana. En el 2014, gracias al apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Ministerio de Cultura –a través del grupo Grade– publicó el estudio especializado sobre población afroperuana (EEPA). El reporte analiza datos de 3.101 encuestas en ocho regiones del país, realizadas en enero y febrero del 2014, y describe las condiciones de vida, el empleo, la educación, la salud, la experiencia de discriminación y violencia, y la cultura e identidad de la población afroperuana.
Comunidad afroperuana
Según EEPA, las enfermedades más frecuentes de las cabezas de hogar afroperuanas son hipertensión arterial (25,1%), colesterol elevado (14,6%), diabetes mellitus (6,1%) y enfermedades del corazón (6,1%). La presión arterial elevada es más frecuente en zonas urbanas y en mujeres (30,7%), más que en varones (19,3%).
Se encontró que el 40,7% de adultos sufre una enfermedad crónica, y esta es más frecuente en Lima Metropolitana (46,9%) que en la costa norte (32,6%) y más frecuente en las zonas urbanas que en las rurales.
Sobre la cobertura de seguros de salud, se encontró que el 74,1% de afroperuanos tiene un seguro médico (en el 2004, era 40,2%). La mayoría está afiliado al Seguro Integral de Salud (38,5%), seguido por Essalud (32,8%), y solo 1,6% cuenta con seguro médico privado. El EEPA tiene ocho años de antigüedad y se desconoce la cobertura actual de seguros de salud de la población afroperuana.
“Según la Defensoría del Pueblo, ‘los afroperuanos viven en una situación de vulnerabilidad, postergación e invisibilidad’”
En cuanto a métodos anticonceptivos, estos son usados por el 55,3% de las mujeres entrevistadas, y es más común en la costa norte (62,2%) y en las zonas rurales (61%) que en Lima, donde solo el 49% lo practica. Solo el 7,7% de las mujeres jefas de hogar o cónyugues afroperuanas usa algún método para evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual.
El EEPA revela también el amplio uso de los remedios tradicionales. Se documenta que el 71,7% de los entrevistados usa un método tradicional, y son más usados en la costa norte (76,1%) que en Lima (65,9%).
Los métodos tradicionales más empleados son pasar el huevo (49,8%), uso de hierbas (44,6%) y el rezo (31,7%). Pasar el huevo se practica por igual en zonas urbanas y rurales y en las poblaciones de Lima y la costa sur. El uso de hierbas y rezos es menos común en Lima en comparación con otras regiones. Los rezos son más comunes en zonas rurales (38,6%) que en urbanas (29,4%) y el uso de hierbas es similar en ambos (44,5% en las urbanas y 44,9 % en las rurales).
Discriminación
Por su impacto en la salud mental, es importante saber que la discriminación o maltrato a personas adultas afroperuanas fue presenciada por 43,3% de la población encuestada, más frecuentemente en Lima (54,6%), y menor en la costa norte (27,6%).
Entre los principales motivos están la raza, el bajo nivel socioeconómico y el barrio donde vive. Las situaciones de discriminación ocurrieron en la calle, transporte público, al postular a un empleo, en el centro de estudios, espacios familiares y entre amigos, en el centro de trabajo, en restaurantes, discotecas o tiendas y en hospitales.
El 13,3% de niños sufrió burlas de sus compañeros debido a sus características físicas y, en particular, por el color de piel.
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Corolario
No hay duda de que, en pleno siglo XXI, la población afroperuana sigue siendo invisible, con menores oportunidades de desarrollo y profundamente discriminada. Al respecto, el resarcimiento empezaría por denunciar y sancionar los discriminatorios programas de entretenimiento que hacen mofa de la población afroperuana en los medios de comunicación.
Es urgente que la sociedad diseñe planes para aumentar las oportunidades de la población afroperuana. Al respecto, nada podrá suceder si no se cuenta con una base de datos centrada en estudios bien diseñados, que exploren los diferentes aspectos de una población que –a través del deporte, la culinaria y el arte, entre otras actividades– ha contribuido enormemente al desarrollo de la identidad nacional de todos los peruanos.