Para su nuevo documental sobre la Primera Guerra Mundial, "They Shall Not Grow Old" (No envejecerán), el director Peter Jackson fue inflexible con que los soldados tenían que contar sus propias historias.
Para hacerlo, el aclamado director neozelandés contrató a lectores de labios forenses para revisar imágenes de antiguas películas mudas de la guerra y descubrir las conversaciones en las trincheras y campos de batalla hace 100 años.
Las palabras fueron mezcladas con entrevistas a exsoldados en 600 horas de grabaciones de los archivos de la BBC para crear un documental que incluye sólo las palabras de los mismos combatientes, en una guerra en colores como la habrían visto ellos.
"Han habido muchos documentales sobre la Primera Guerra Mundial (...) y yo decidí para éste usar estrictamente las voces de los hombres que lucharon allí", dijo Jackson, director de "El Hobbit" y "El Señor de los Anillos" a Reuters el martes. "Así que no hay historiadores, no hay narración, no hay nada", agregó.
Películas viejas fueron restauradas meticulosamente. Se usaron computadoras, no sólo para agregar color a las imágenes en blanco y negro sino para remover imperfecciones, unir cortes y reconstruir cuadros perdidos de filmes que fueron grabados con menos imágenes por segundo que los actuales.
Los lectores de labios forenses, que usualmente trabajan con la policía para determinar qué dicen las personas en imágenes silenciosas de cámaras de seguridad, pudieron descifrar las palabras dichas hace tiempo en filmes. El director contrató a actores para darles voz a los soldados que aparecen en pantalla.
El filme será estrenado mundialmente en el BFI London Film Festival la semana próxima.
"No es una historia de la guerra", dijo Jackson. "Es la historia de la experiencia humana de combatir en la guerra", agregó.