Paola (nombre ficticio para proteger su identidad) escanea el río con la mirada. Sus compañeros -un grupo de seis adultos, cinco niños y un bebé en brazos- ya están dentro. El agua les llega hasta la cintura. “Estoy nerviosa, pero yo vine a esto”, dijo la joven a EFE, antes de cruzar la última frontera en la travesía desde su natal Venezuela hacia a Estados Unidos. (Fuente: EFE)