El aislamiento social que rige en el país desde el pasado 15 de marzo fue establecido para evitar los contagios de coronavirus en todo el territorio nacional. La medida, que debe cumplirse estrictamente en el marco del estado de emergencia decretado por el Poder Ejecutivo, ha postergado todo tipo de eventos sociales, desde conciertos y torneos deportivos hasta la celebración de matrimonios.
De esta manera, las parejas que habían programado unir sus vidas durante la segunda quincena de marzo, tendrán que hacerlo en fechas venideras. Esto ha afectado no solamente los anhelos de muchos enamorados, sino también a las empresas de servicios y productos nupciales.
Carlos Scaglioni, director general de la Feria de Novios (exposición que agrupa a los principales actores de este sector), estima que solo en estos quince días más de 3 mil bodas a nivel nacional dejarán de celebrarse. “Según las cifras el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INE) al año hay casi 100 mil matrimonios, y a diario más de 200”, explica.
De acuerdo con el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), el año 2018 se inscribieron en el Perú 92 mil 440 matrimonios celebrados, de los cuales, el 43,4% corresponde a Lima. Además, en Madre de Dios y en la Provincia Constitucional del Callao se registró en menor número de matrimonios (272 y 324, respectivamente).
El empresario comentó que por cada boda al menos hay diez o doce empresas proveedoras, como floristas, coristas, diseñadores, buffet, fotógrafos, estilistas, etc., que a su vez cuentan con un personal de cinco o siete personas cada uno.
“En estos días, la industria de organización de bodas y eventos en general está perdiendo más de 20 millones de dólares”, aseguró Scaglioni quien canceló la Feria de Novios que tenía planeada celebrar para el próximo domingo 26 de abril.
Así son las bodas en el Perú
Scaglioni explicó que en el Perú tenemos cuatro tipos de bodas: la austera (1) que se gasta entre 3 a 5 mil dólares; la tradicional (2) con unos 10 a 15 dólares de inversión, la premium (3), que cuesta entre 15 y 25 dólares, y finalmente la faustosa (4) que supera los 100 mil dólares.
“Enero, febrero y marzo son los meses en los que más gente opta por casarse porque hay buen clima. En la actualidad está de moda casarse en la playa y en haciendas. Las iglesias también tendrán que programar todo, algunas son pedidas con un año de anticipación como es el caso de ‘Nuestra Señora del Pilar’ de San Isidro”
Por su parte Rosa Cusirramos, directora de Event Planners Perú dice que el 90% de clientes ha decidido postergar sus bodas, e incluso los quinceañeros para fin de año y solo un 10% está evaluando la posibilidad de cancelarlo o aún no decide que hará.
“Un organizador generalmente cada fin de semana tiene uno o dos eventos, pero todo se ha detenido La ventaja, de repente que tienen los clientes que cuentan con un ‘wedding planner’ es que ellos mismos se encargarán de cancelar todo con los proveedores”.
Cusirramos considera que después de la cuarentena los eventos no volverán a ser los mismos y por ello, su empresa está tomando algunas medidas de prevención como mantener distancia de un metro, recibir a los invitados con geles antibacteriales, mascarillas y ofrecer una mesa servida, no buffet (para evitar la cercanía y aglomeración).
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Pareja celebra boda desde su ventana en plena cuarentena en España
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