El Archivo Histórico: Salesiano y su aporte en la conservación del patrimonio documental del Perú

Realizar una investigación durante una pandemia es una tarea de largo aliento más aun cuando la mayoría de fuentes bibliográficas, hemerográficas y fotográficas no están en el mundo digital.

De allí la importancia de la catalogación y digitalización como pasos fundamentales para el acceso a las colecciones de diversa índole e institución. Este es el caso del Archivo Histórico Salesiano del Perú que desde hace unas semanas ha puesto a disposición de los peruanos las 23 ediciones de “Don Bosco”, una de sus revistas más emblemáticas.

Con este proyecto buscan mostrar al público en general y a la comunidad académica, la riqueza hemerógrafica y documental de este archivo histórico y también el rol que han cumplido los salesianos en la educación peruana del siglo XX.

David Franco Córdova, historiador de la congregación y director del Archivo Histórico, nos explica que este acervo fue creado el 30 de enero del 2020 por disposición del Consejo Inspectorial de los Salesianos.

Su misión es conservar los documentos de las casas salesianas que van cerrando y centralizar la información de las demás que están en funcionamiento. Entre esos documentos hay fotografías, libros y revistas editadas por la congregación como “El pan del alma”, semanario que empezó a circular en 1904 y que continúa hasta el día de hoy.

Entre sus fotografías más antiguas figura una tomada en Turín, en 1891, antes de que la expedición salesiana emprendiera rumbo a nuestro país.

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Sin embargo, la cuarentena - que comenzó en marzo del 2020- retrasó el inicio de los trabajos de organización hasta julio. Con el apoyo del archivero Carlos Ríos comenzaron la catalogación de la colección del sacerdote salesiano italiano Luis Bolla quien fue misionero en la comunidad Achuar. Al estar su causa camino a la santidad era una prioridad tener en orden toda su documentación.

“El padre Bolla estuvo 30 años entre la comunidad Achuar. Dejó 80 cuadernos donde pormenorizaba la actividad pastoral en Perú y Ecuador, los mitos de las comunidades, la flora del lugar, entre otra información histórica. Esta colección abarca desde su llegada a América en los años 50 hasta su muerte en 2013. Tiene millares de fotos que incluyen algunas de su infancia”, nos cuenta David Franco Córdova.

Su siguiente proyecto se concentró en la parte hemerográfica empezando con la revista “Don Bosco”, que en enero de este año cumplió un siglo. Esta publicación mensual tiene 23 números y están en buen estado de conservación gracias a que se mantuvieron empastados. Luego seguirán con la revista “El Pan del Alma”, que documenta la historia eclesiástica del país.

Para David Franco Córdova el primer confinamiento reveló la importancia de tener las colecciones en linea. Esa toma de conciencia hizo que comenzaran la digitalización de las revistas. Para ello el historiador y archivero Diego Aguado convocó a su colega Francisco Valle con experiencia en ese proceso.

“Uno de los aspectos que nos estimuló a digitalizar no solo fueron las efemérides nacionales de este año, sino también las fechas importantes para la congregación: los 130 años de su llegada al Perú (1891) y los 100 años de la Basílica de María Auxiliadora, inaugurada como homenaje al Centenario de nuestra Independencia”, agregó.

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El punto de quiebre

La conservación del patrimonio documental y audiovisual está ganando terreno en la toma de decisiones al momento de gestionar un archivo. Este ha sido el caso del Archivo Histórico Salesiano. Encontrar fotografías de una casa salesiana en una tienda de anticuarios fue un remezón para la congregación, pues no existía un inventario o registro de sus colecciones.

“Esto nos hizo tomar conciencia de que era necesario iniciar un proyecto a gran escala de catalogación de nuestros bienes históricos y hemerográficos para ponerlos en salvaguarda”, reflexiona Franco Córdova.

La experiencia del Archivo Histórico Salesiano revela que nunca es tarde para comenzar a organizar nuestros archivos ya sean documentales o fotográficos. Al tener las colecciones en orden e inventariadas, recién se podrá pensar en su posterior digitalización y divulgación.