Sin miedo a la polla: Mis pronósticos para el Mundial

Cuando entro a un bar, lo primero que hago siempre es elegir en mi mente a los cuatro hombres más guapos y adjudicarles las letras A, B, C y D, ordenados según su nivel de churrez y aparente talento.

Estudio sus movimientos, su entorno y me entretengo armando estrategias e imaginando qué es lo primero que les diría, especialmente a A, para incrementar mis posibilidades de algún día conocerlos bíblicamente.

Algo así es lo primero que tenemos que hacer de cara al Mundial. Si el fútbol no te mueve un pelo, elegir a los cuatro equipos que llegarán a semifinales y escoger al que alzará la copa es un buen artilugio para mantenerte entretenida durante el mes en el que el rodar de la pelota lo contaminará todo. Apostar en la polla de la oficina y ver si se cumplen tus predicciones te obligará a mantenerte enterada y a ver los partidos.

Si ya te has contagiado de la fiebre redonda, reducir a cuatro los equipos sobre los cuales tienes que documentarte te asegura siempre sorprender en una charla futbolera.

Y si, como yo, tienes como uno de tus pasatiempos favoritos ver sudar, golpearse, gozar y sufrir a semidioses, empezar a identificar a los más churros desde ya y sus posiciones en la cancha, te asegurará concentrar eficientemente tu atención para poder robarle a los encuadres de las cámaras el mayor placer posible.

A. Brasil

El principal favorito para manosear la Copa es Brasil, que no es local desde 1950 y que está en la obligación de no repetir el trágico Maracanazo de 1950. El fundamento para este optimismo es la Copa Confederaciones del 2013, torneo en el que no tuvo problemas para destruir al actual campeón mundial, España, con Felipe Scolari manejando los hilos del equipo con sólida defensa y alegría en el ataque.

En el campo que más nos interesa, el del material físico, el que me hace pensar con una versión de samba horizontal es Hulk, cuyo apodo ya te puede hacer imaginar el sufrimiento por el que pasa la verdeamarela para contener durante los 90 minutos su profusa masa muscular.

Pero la geneorisad de Hulk con la platea femenina no solo se ubica en sus excesivos tríceps, bíceps y pectorales, sino en que el delantero tiene, seguramente, el mejor trasero del mundo.

La perfecta redondez de sus 111 centímetros de músculos al final de la espalda rivalizan con la del balón y me hacen soñar con que tenga que disparar miles de tiros de esquina desde la derecha, situación insuperable para que sus talentos traspasen la distancia y lleguen hasta mis ojos.

En las antípodas del fornido extremo derecho está Oscar, que con 23 añitos tiene una cara de que se le puede enseñar mucho. Al bonito media punta lo podrás encontrar en la posición de media punta, justo detrás del delantero Fred, a quien acompañará por la izquierda Neymar, a quien reconocerás por su estrambótico peinado y por su providencial manejo del balón.

Si el cabello afro y las narices predominantes son lo tuyo, hay quienes encuentran churro a David Luiz, que juega en el equipo inglés Chelsea. Al ruloso defensa central lo puedes identificar fácilmente por su complicada cabellera y su ubicación, justo al frente del arco.

B. Argentina

Si optas por hinchar por Brasil, entonces tienes que desearle lo peor a Argentina, su rival natural y otro de los equipos que se perfilan como ganadores de la Copa del Mundo.

Bajo el mando de Alejandro Sabella, los albicelestes fueron los líderes indiscutibles de la clasificación haciendo uso de ese fútbol emocionante y visceral que parecen bañados de tango y carne.

Hablando de carne, a Argentina no le sobra belleza, pero tampoco le falta. Fernando Gago tiene unos ojos que harían que tus piernas pierdan la verticalidad –como dicen los huachafos comentaristas deportivos- y domine tu voluntad como lo hace con el mediocampo argentino, donde cumple un rol bastante ofensivo.

Otro que perturba mis cinco horas de sueño es el delantero Ezequiel ¨Pocho¨ Lavezzi, firme candidato al mejor vello facial del torneo y que, aunque no siempre figura en el once titular, espero pongan en la cancha un tiempo directamente proporcional a la cantidad de tatuajes que tiene en el torso.

Más normalito pero igual guapete es Gonzalo Higuaín, que podría acompañar a Lionel Messi en la dupla delantera con la que Argentina superará con algo de facilidad la primera ronda.

C. España

Y pasamos al actual campeón, España, dirigidos por el gordito Vicente del Bosque y capitaneados por el maduro pero aún maravillosamente diestro con las manos Iker Casillas. Quién pudiera corroborar que además de atajar, puede atacar.

En el campo de lo que a abundancias en shorts se refiere yo me desvivo por el pelirrojo Xabi Alonso. Por lo que pueden dejar prever sus fotos breves de ropa y en las que corre con el viento en contra,  los pases no son lo único largo que tiene.

Como si su barba color cobre no fuera suficiente encantadora, el ‘Profesor’ es uno de los pocos futbolistas que se permite acompañar los músculos de su torso con bien distribuidos vellos. Al mejor representante de la furia roja lo podrás ver como volante central, en el núcleo de la contención del equipo español pero tirando siempre (suspiro) para adelante.

D. Alemania

La abundancia de jugadores de impecable técnica y su estilo de juego basado en una férrea defensa, un medio campo repleto de talento y un ataque efectivo, sin dilaciones, siempre lo hacen candidato a alzar la copa, privilegio que no tiene desde el mundial de Italia 90.

La mayoría de sus jugadores son, para mi gusto algo desabridos, pero hay uno, un defensa central de 1.92 metros que me hace pensar constantemente en su compañero de equipo, Per Mertesacker.

Mats Hummels tiene una mirada y una media sonrisa que podría derretir el hielo, pero prefiere desvivirse rompiendo los ataques de los oponentes del equipo alemán Borutssia Dortmund con la fuerza de sus piernas.

Estos son mis A, B, C y D de Brasil 2014. Mi estadística personal muestra que en la mayoría de los casos quien termina cayendo en mis redes es B, así que tal vez sea Argentina la que le agüe la fiesta a Brasil, nuevamente, en su propia cancha. Aunque eso signifique que no gane la polla esta vez.