Punto de vista
Experiencia no exportable
Carles Pastor – Periodista español
Creo del todo imposible exportar a España o a cualquier país europeo la experiencia de las audiencias vecinales, regionales o sectoriales que desde hace casi 10 años organiza el diario El Comercio a lo largo y a la ancho del Perú.O si se exportara, difícilmente obtendría el éxito de participación, tanto de público como de las autoridades que se prestan a ser interpeladas y criticadas por éste. Será porque en el Perú la población se moviliza más que en la acomodaticia Europa, será porque el sistema de democracia representativa europea, con partidos políticos fuertes y estables, ha adormecido a la necesaria democracia participativa que florece allí donde, como en el Perú, los partidos y las instituciones son más débiles, será por una tradición prehispánica de democracia directa…
Más de 75.000 personas han participado en el centenar de audiencias de distinto tipo –vecinales, regionales, sectoriales, universitarias—organizadas desde el 2002, cuando la agitación social y política de aquel año hizo aconsejable que desde el sector privado (El Comercio) se fomentara un diálogo que el Gobierno era incapaz de abrir
La semana pasada tuve la oportunidad de asistir a la audiencia vecinal que se celebró en Pucusana, un balneario antaño floreciente y hoy venido a menos situado a medio centenar de kilómetros al sur de Lima. Más de 300 vecinos abarrotaron el salón de actos que se había habilitado para la ocasión. Allí había veraneantes de clase alta, pescadores, pobladores de asentamientos humanos, maestros, dirigentes vecinales y vecinos en general. Enfrente, el gobernador del distrito, el alcalde, el comandante y el coronel de la Policía Nacional.
Una agradable sorpresa fue la claridad y corrección con que se expusieron las quejas y las iniciativas para mejorar las condiciones de vida de la población, amenazadas por la delincuencia y el tráfico de drogas, la contaminación de la caleta y la falta de servicios. Los mandos policiales escucharon denuncias de que algunos policías se codean con conocidos traficantes, y el alcalde fue criticado por el deterioro de los servicios y por la expoliación de terrenos públicos. Todos, ricos, pobres y aún más pobres, solo tienen agua corriente dos horas un día sí, otro no, y al tercero tampoco. ¡Y eso a unas decenas de kilómetros de Lima, en un país cuyo PBI crece año tras año!