El guerrero de fin de semana
La sensible pérdida del joven periodista deportivo Daniel Peredo, quien al presentar síntomas durante su partido de fulbito semanal, fuera trasladado a una clínica local -en donde falleció aparentemente de un infarto cardiaco- ha puesto en el tapete el peligro de hacer ejercicios solo durante el fin de semana. Muchos hombres y mujeres que por razones de tiempo son relativamente sedentarios durante la semana, pero hacen jogging o juegan fulbito los sábados y domingos, se han preguntado si esa práctica los pone en riesgo de sufrir también de un infarto cardiaco. Hoy veremos que dice la ciencia al respecto.
Intuitivamente, pareciera que el hacer ejercicio intenso solamente durante los fines de semana, no es lo mejor para la salud. Que lo sensato –y saludable- es que el ejercicio del fin de semana sea la culminación de un programa diario o interdiario de ejercicios. Pero lo cierto es que –a pesar de que mucha gente solo hace ejercicios los fines de semana- en la vida real no hay estadísticas que demuestren que cada fin de semana decenas o centenares de personas mueran haciendo ejercicios.
La única manera de saber si el hacer ejercicios intensos solo durante los fines de semana es o no peligroso para la salud, sería hacer un estudio que compare esa práctica con otros tipos de actividad física. Al respecto, el estudio mas completo sobre ese tema fue publicado por investigadores del Centro Nacional para el Deporte y la Medicina del Ejercicio de Inglaterra en la revista de la Asociación Médica de Norteamérica el 9 de enero del 2017. En el se demuestra que la práctica del deporte intenso del fin de semana, es beneficiosa para la salud.
Los autores analizaron los datos de 63,591 hombres y mujeres que fueron estudiados entre 1994 y el 2012, 44% de los cuales fueron mujeres, 46% varones y tuvieron una edad promedio de 58 años. Los participantes respondieron a un cuestionario en el que detallaron la frecuencia de actividad física que practicaban, lo que permitió clasificarlos en cuatro grupos. El primero, de los sedentarios, constituyó el 63% de los participantes. El segundo, de los insuficientemente activos (menos de 150 minutos a la semana de ejercicio moderado o menos de 75 minutos a la semana de ejercicio intenso) fue el 22% de la muestra. El tercero, de los “guerreros de fin de semana” (mas de 150 minutos de ejercicio moderado o mas de 75 minutos de ejercicio intenso en una o dos sesiones de fin de semanal) fue el 4% de la muestra. El cuarto grupo, de los regularmente activos (mas de 150 minutos a la semana de ejercicio moderado o mas de 75 minutos a la semana de ejercicio intenso por lo menos durante tres días a la semana) fue el 11% de la muestra. Durante todo el tiempo de observación, se produjeron 8,802 muertes, de las cuales 2,780 fueron por enfermedades del corazón y 2,526 por cáncer.
Los resultados demostraron que –comparados con los participantes sedentarios- los participantes que hicieron cualquier tipo de ejercicio (insuficientemente activos, guerreros de fin de semana o regularmente activos) tuvieron menor posibilidad de morir, ya sea de enfermedad cardiaca o de cáncer.
Para ser mas específicos –y resaltar a los guerreros de fin de semana- este grupo tuvo 30% menor posibilidad de morir por cualquier causa, 40% menor posibilidad de morir por enfermedades del corazón y 18% menor posibilidad de morir de cáncer que una persona sedentaria.
En otras palabras, este estudio demuestra que no es cierto que los que hacen ejercicios solo durante los fines de semana están poniendo en peligro su vida. Al revés, la evidencia demuestra que eso es beneficioso para su salud. Ya un estudio previo –de la Universidad de Harvard y publicado el 2004- había demostrado 41% menor mortalidad de los guerreros de fin de semana, comparados con los sedentarios.
¿Cuál es el problema entonces?
El problema –y un hecho que puede explicar algunas muertes de guerreros de fin de semana- es que mucha gente no tiene la buena costumbre de tener un médico de cabecera, por lo que no tiene ni idea de cual es su estado de salud. En otras palabras, muchas personas padecen de presión alta, arritmias cardiacas, malformaciones cardiacas congénitas, diabetes sin control, trastornos glandulares u otras enfermedades que los vuelven susceptibles a presentar problemas durante el ejercicio intenso, sea este diario o de fin de semana.
Si toda persona tuviera consultas preventivas anuales, en las que se identifiquen sus factores de riesgo -o características personales que lo predisponen a sufrir una enfermedad- sería mas fácil dosificar la intensidad del ejercicio que se debe practicar y prevenir la mayoría –no todos- de casos de muerte durante el ejercicio. Al respecto, la recomendación de que cada persona que desee hacer ejercicio deba hacerse un electrocardiograma, un ecocardiograma o una radiografía de pulmones es impráctica e innecesaria. Los exámenes auxiliares que necesita una persona deberán ser individualizados por el médico en la visita anual.
Corolario
No es raro que una situación que a simple vista parezca lógica y predecible, sea demostrada errónea por la ciencia. Solo un estudio científico bien diseñado, adecuadamente conducido y con datos bien analizados puede dar luz sobre un tema controversial. En el caso de los ejercicios de fin de semana, no es cierta entonces la creencia de que el que lo hace está poniendo su vida en peligro. Al revés, la evidencia demuestra que ese tipo de ejercicio es beneficioso. Lo malo es no saber cual es el estado previo de nuestra salud y lanzarnos a la piscina sin saber si esta tiene o no tiene agua.