Noppo, Gonta y los demás
¿QUIÉN DICE QUE CANAL 7 NO TENÍA RÁTING?
Le dije Gonta y supe que no estaba solo.
Gonta era enorme y redondo, el cabello lacio y castaño, los pasos lentos de porfiado, como si caminara pidiéndole perdón al tiempo. Gonta se instalaba en el salón con sus formas esferoidales y esperaba la hora del recreo para comer algo más que una simple bola de arroz. Gonta, no el verdadero sino el que yo conocí, estudiaba conmigo en primero de secundaria: un señor chacota, un papirriqui del chiste, un vivazo, que esperaba el recreo para rebautizarte con la chapa del año. Era tan gigante este Gonta… Larry Kubiak (comer ahora)… Muñeco de Malvavisco… que para responderle había que amagarlo y ponerse en posición de “a sus marcas-listos” (guarda ahí). Siempre aluciné a ese gigantesco sujeto junto a Noppo recortando cartones y reinventando lo imposible. Durante años había pensado que era el único niño peruano que los veía cada tarde. Mi ‘chaplín’ no iba a pegar, estaba en pierde por falta de audiencia. Pero el ráting, lo dice el pelado de canal 11 y el Ángel del deporte, a veces miente. Apenas le dije: “calla oe, Gonta”, todos mis compañeros se convirtieron en hienas jacarandosas. Purita risa. Éramos muchos más, sonreí y después empecé a correr a lo loco.
Me demoré mucho tiempo, quizá años, en reconocerlo. Yo también veía canal 7 mientras almorzaba mi asadito con puré o el mejor estofado de pollo que exista en el hemisferio (el de mi madre). Sentía que mi televisor Aiwa, sin control remoto pero a colores, representaba ese 1% de ráting para Televisión Nacional del Perú. No me importaba, apenas llegaba del colegio, aún con el uniforme puesto, me sentaba para seguir con inexplicable fervor los capítulos de “Niños en crecimiento” o los recontrasanos cuentos japoneses, esos que utilizaban marionetas en sus inofensivos relatos. Tiempo después fue muy fácil darme cuenta de que las mediciones pierden valor cuando las encuestas salen a las calles.
[El intro de Noppo y Gonta, para variar con mi primo Reynaldo hicimos una penosa y excesivamente grosera variación a esta letra en japonés... en fin]
Cuando le dije Gonta al gordo Freddy me celebraron muchos. Ese imperfecto muñeco era tan conocido como el Chavo o como Topo Giggio. Y eso que no hablaba, y eso que su única gracia era ser perfectamente inútil. Porque quien hacía todo era Noppo, eterno saltimbanqui y bailador de los buenos. Un japonés que hoy, a sus más de 70 años, sigue siendo un espectáculo sin quitarse aquel peculiar sombrero de campesino. Noppo recién habló en el último capítulo de “¿Puedo hacerlo yo?” y yo hubiera preferido que lo haga antes. Dentro de tanta función de mimo, me perdía en el silencio y nunca lograba terminar esos objetos de cartón que solo McGyver podría haber hecho realidad.
¿Cuál habrá sido el verdadero ráting de canal 7? Estoy casi seguro que ese 1% o 5% fueron cifras falsas. Quizá para algún gobierno no hubiera sido conveniente que el canal del Estado aparezca con audiencias tan altas. Mejor que parezca que nadie los ve, que no existen. Pero esa es una barata suspicacia mía, de todos modos aún me sigo sorprendiendo. Miles, o millones, no solo vieron a Noppo y Gonta sino también las historias de los “Niños en crecimiento” o esas marionetas de los cuentos tan evidentes que hasta los hilos se dejaban ver sin roche. Era un buen horario, desde las dos de la tarde hasta pasadas las cinco. Una combinación de programas infantiles-educativos entre las producciones de la NHK japonesa y la Transtel alemana. Más no se podía pedir. Para ver y pensar. Lo que hoy, simplemente, no existe… no vende.
[Capaz no te acuerdas, pero apenas escuche la canción te apuesto que regresas a 1988 ó 1990... o chiku nanaaaaaaaa]
Mi hermano nunca me lo ha dicho. Pero estoy seguro que si algún día, junto a sus tres hijos hombres, vuelve a escuchar el intro de “El Oso, el Tigre y los demás” no tardará más de un minuto en acordarse de mí. Yo tenía, me parece, unos cinco o seis años y él, para hacerme reír en medio de tanta bomba y apagón con mi padre casi siempre de viaje, imitaba perfectamente la voz del narrador, ese oso-topo de cabello largo y blanco, tipo Tavo Castillo de Frágil. Una colección de fábulas del escritor alemán Janosch que si es repuesta en cualquier canal se ganará mi total y maldita ternura. ¿Ustedes también veían al… Osho… al Tigue… y a los demashhh?
[Un capitulo en inglés, pero con subtítulos en español, del "El oso el tigre y los demás". Tremendo dibujo caracho]
Pero mi historia con canal 7, y la tuya también, no comenzó con Noppo, menos con el Pájaro Azul (Ric) ni con las “Fábulas del Capitán Oso Azul”. Nada que ver. Mi primer contacto con esta amigable televisora fue con los espectaculares “Globetrotters”, la versión en dibujos animados de estos malabaristas del básquet nacidos en Harlem. Quién puede olvidar a ese moreno ingenioso que no era parecido, sino igualito a Toto África, el cajonero de “Los Huachafos” y que sacaba de su peinado a lo “Patrulla” Barbadillo cualquier objeto para salvar la situación, desde una pelota de fútbol americano hasta una plancha.
[Los fabulosos Globetrotters!!!!!!!!! Lo máximo]
De lunes a viernes, canal 7 daba la hora por las tardes. Así lo nieguen Ibope o CPI. Aunque ahora que me acuerdo, los sábados y domingos por la mañana también me quedaba con su señal. Por Telematch y el salvador comodín, por la Bundesliga y el ‘Patito’ Olaf Thon, por Manny el Líbero, por el Cajón de Juguetes. No había pierde. Y pensar que yo creía estar absolutamente solo. Éramos (y somos) tantos. Dicen que Noppo y Gonta se separaron porque ya no tenían nada que inventar. Qué mentira tan absurda. Aquí somos miles (o millones) los que nos quedamos con mucho cartón para recortar.
¿Cuál fue tu programa preferido de los que transmitían en canal 7? ¿Noppo y Gonta o los muñecos de Niños en Crecimiento? ¿Telematch o el Cajón de Juguetes? ¿Crees en las cifras de ráting que “mataban” a canal 7 por esos años?
[Los cuentos japoneses eran un pase de vueltas, las marionetas más artesanales de la televisión]
[Telematch y esas clases de conteo en alemán a domicilio]
[Peter y su cajón de juguetes]
EL NOSTÁLGICO DE LA SEMANA
[Hoy queremos salsa. Y el primer nostálgico tiene que ser mi favorito, el más grande de todos... el gran Héctor Lavoe. Año 1983: "Triste y vacía". Lerelolayyyy lerolayyyyyy]
LO MÁS CURSI
[Más salsita, esta vez de la rama "sensual". El inacabable Willy González y su adaptación a la balada de Álvaro Torres: "Hazme olvidarla". ¿Bailas?]
OTROSIDIGO (O LOS PARROQUIALES)
1. Lo de Capitán Memo fue demasiado chévere. Describirlo es poco, así que me remitiré a poner algunas fotos que los lectores que asistieron al encuentro generosamente me mandaron (también se vienen los videos). Muchas gracias a todos los que asistieron. Pueden colgar las fotos en el grupo del blog en el facebook. Armé un collage con las imágenes que llegaron. Aquí están, estos son:
2. Se viene el aniversario de este pequeño espacio y la gente que estuvo el domingo quiere juntarse de nuevo. Sobran los motivos. Así que para sondear qué quieren hacer para esta fecha (puede ser a mediados o finales de este mes) pueden comentar por aquí o en el foro del FB para saber qué les gustaría hacer. Hay tres opciones de fecha (19 de junio, 26 de junio y primera semana de julio) y dos opciones de festejo (baile o karaoke). Ustedes dirán. Yo me presto para todo.
3. Seguimos convocando a la gente para el NetworkedBlogs y el Twitter del blog. Dos nuevas maneras de estar actualizados con todo lo que sucede con este espacio. A ver quién se apunta.
4. Finalmente, ya hay varios lectores-administradores del grupo del blog en el facebook. Si alguien quieres ayudar pasen la voz para agregarlos. La idea es seguir dándole dinámica a ese espacio. Gracias de antemano por la ayuda.