Kingdom Death
Este fin de semana jugué una partida de Kingdom Death, aquel juego que recaudó en total más de 14 millones de dólares en sus dos campañas de Kickstarter. ¿Por qué tanto revuelo por este juego?
Kingdom Death no es un juego para todos. Es importante marcar esta característica desde un inicio porque este es un juego muy especial que requiere no solo de una inversión de tiempo (y dinero) sino que solo le gustará a un público particular.
Calificar a Kingdom Death como un juego de mesa sería subestimarlo. Si bien se parece a juegos de miniaturas como Descent, en donde combatimos enemigos y vamos progresando en la aventura principal con cada sesión de juego, Kingdom Death es bastante más complejo. La campaña base toma alrededor de 70 horas y los sistemas en el juego son bastante más elaborados. Para empezar, controlamos a un sobreviviente, que existe en un plano oscuro y misterioso. Desde ahí, debe armar un poblado, crear talleres de armas, tiendas, entre otras construcciones con las cuales hará más fácil su aventura. Para hacerlo, deberá conseguir materiales, los cuales los obtendrá principalmente de cazar enemigos.
En esta caza recae la parte principal del juego. Cada caza será un combate contra un enemigo muy poderoso. Estos enfrentamientos se parecen a lo que encontrábamos en los juegos de la saga Dark Souls. Crueles y altamente difíciles. Una mala combinación de dados o cartas y podremos morir en el primer turno. Para eliminarlos haremos uso de nuestras habilidades y nos moveremos en un mapa de cuadrillas. El enemigo hará lo mismo y su arsenal de movimientos estará regido por una baraja especial de cartas, que es distinta cada vez que aparece este enemigo. Los combates son muy difíciles y lo más probable es que al menos uno de nuestros compañeros no sobreviva. Sin embargo, vencer a uno de estos enemigos puede ser muy gratificante.
Conforme iremos eliminando enemigos, la línea de tiempo del juego irá creciendo y cada cierto tiempo sucederán eventos particulares, que cambiarán la forma en que jugamos Kingdom Death. A diferencia de otros juegos de mesa o de miniaturas, Kingdom Death es un juego que cambia con el tiempo.
¿Por qué Kingdom Death no es un juego para todos si tiene un excelente sistema de juego y ofrece una experiencia muy gratificante para los vencedores? La dirección artística puede mantener alejados a algunos. Los temas oscuros y sexuales son las piezas centrales de este universo y muchas veces se sienten gratuitos, sin que aporten nada a la historia ni al marco de la partida. Además, requiere un tiempo para armar las miniaturas del juego, que a su vez son uno de sus principales atractivos.
Es difícil encontrar una copia de Kingdom Death tras la finalización de las campañas de Kickstarter. Sin embargo, existe un grupo peruano que promueve su práctica y que tiene algunas copias a la venta.