Toxic Holocaust: una razón para seguir creyendo en el futuro del metal
En mi opinión, una de las mejores cosas que le ha pasado al metal en este siglo fue el retorno del thrash metal y la renovación de este género en manos no solo de muchos de los clásicos, sino sobre todo de nuevos exponentes posteriores al periodo de los 80. De hecho cuando tomé el blog, mi primer post fue sobre ese retorno y traté de construir una cronología/genealogía de este. Uno de los principales pilares de ese retorno es Joel Grind, un headbanger muy oscuro y a la vez divertido natural de Portland, Oregon, que creció oyendo a los viejos clásicos Venom, Hellhammer, Possessed, Exodus, Volcano, Sarcófago y otras bandas de oscuro black thrash metal. Así comenzó su andadura personal en un momento en el que nadie en Estados Unidos daba un cobre por el thrash, sino que más bien se vivía un pseudo revival del sonido “extremo” con esas bandas groovy y nümetaleras deudoras de Machine Head y Pantera, como Lamb of God o Avenge Sevenfold, entre otras. En ese contexto, Joel inició su proyecto unipersonal, Toxic Holocaust editando sus propios demos, demos con un sonido escoriado y completamente crudo, como el Critical Mass con temas tan brutales, simples y geniales como Atomik Destructor, un verdadero himno del thrash contemporáneo. Al principio solo, se puso en contacto con otros que como él querían revivir el viejo espíritu y llevarlo a sus lógicas consecuencias. Ha pasado una década desde esos comienzos y Joel ha conseguido hacer de su proyecto Toxic Holocaust uno de los principales referentes del thrash metal contemporáneo.
Compiló sus ep en el disco Evil Never Dies(2003) y comenzó a ser más conocido; y luego editó el Hell on Earth (2005) un disco cortísimo lleno de ideas geniales y un sonido absolutamente adictivo, (ese disco puede oírse todo el día sin cansancio, Metallic Crucifixion es demasiado buena). Participó en varias compilaciones entre las que estuvo Speed Kills Again, editada por Heavy Artillery, lo que dio una vitrina más amplia. En 2009 sacó su primer disco con un gran sello, Relapse Records, el Overdose of Death y la verdad temí que su sonido se estandarizara y empezara a sonar como Arch Enemy, así todo sopreproducido, pero no, aunque de hecho parte de la frescura del sonido independiente y primario se perdió (eso debe perderse si se quiere crecer) el resultado siguió siendo un thrash crudo y bien ejecutado, que alcanzó mejores cuotas de renovación. De hecho me parece que Toxic Holocaust ya empezó a ir más allá de lo que nos dejó el viejo thrash (al igual que Anger as Art, por ejemplo).
Ahora Toxic Holocaust no es más un proyecto solitario sino una banda aunque el cerebro sigue siendo Joel Grind. Están prontos a editar su nuevo trabajo y espero ansioso por este. Lo que van dejando de adelanto, me alienta a esperar algo grande. Se los dejo, sino los conocían, aquí hay un artista a seguir en su carrera.
Bandas actuales hermanas en su sonido, creo que podría mencionar a Nocturnal, de Alemania; Bestial Mockery, de Finlandia; Apokalyptic Raids, de Brasil; y Merciless Death, de los Estados Unidos. Claro que hay más, pero esos me parecen sus principales compañeros de generación.
Este adelanto me encanta, no me canso de oírlo:
Otro adelanto:
Un videoclip de un tema del disco anterior, Nuke the cross:
Su primer clásico, ya tiene varios años pero la tocaba al final de cada show. Acá en una ejecución en Brasil al lado del vocalista de Volcano, eterna gloria del metal brasileño: