Drawn And Quartered - Feeding Hell's Furnace - Nuclear Winter Records - 2012
Esta es una de mis bandas de death metal post-clásicas favoritas que nos asalta con un violento e inhumano trabajo. Drawn and Quartered y su Feeding Hell’s Furnace.
Por años militaron en las filas del sello de culto y extremo Moribund Cult y casi toda su discografía se halla en él pero se pasaron a otro y este su debut con Nuclear Winter, también un sello especialista en bandas extremas (en realidad ya habían editado un EP antes con ellos).
Aún lo estoy escuchando y no dejo de sentirme sacudido por el extremo sonido del que han hecho más que gala, profesión de fe. Surgidos en las movedizas arenas del death metal norteamericano en la segunda mitad de los 90, ellos formaron parte de la generación de bandas que revitalizaron el género en sus expresiones más puras y ortodoxas. Bebiendo más de las fuentes de Inmolation y sobre todo de Incantation y Monstruosity que de los más conocidios Death o de los casi comerciales Cannibal Corpse, lo suyo siempre fue el death metal sucio, comprometido y sin concesiones.
Su debut discográfico fue en 1999 con To Kill is Human y a todos sorprendió la rudeza del lanzamiento que solo fue un anuncio de la guerra extrema que estaban dispuestos a librar en el campo del metal. Con consecuencia absoluta nos agredieron con Extermination Revlery (2003), Return of the Black Death (2004), Hail Infernal Darkness (2006), quizas su cúspide creativa, Merciless Hammer of Lucifer(2007) y el DVD Assault of Evil.
La alineación de este disco presenta a los clásicos Kelly Kuciemba en la guitarra y el putrefacto vocalista Herb Burke, acompañados esta vez de Dario Derna, quien ha tocado en numerosas bandas de death y black metal y también con ellos en discos anteriores.
Tratar de distinguir temas en estos discos no es sencillo y en general no es tan necesario, porque estas bandas trabajan más sonidos que canciones. En este punto lo que más destaca es el predominio de las guitarras que son como murallas de sonido en medio de los cuales irrumpe la batería, sobre todo los platillos y aún así aparecen melódicos solos de gutarra que contribuyen a darle variedad al conjunto. La voz es brutalmente descarnada pero se fusiona con los demás instrumentos contribuyendo a la cerrazón total del sonido. De hecho el disco transmite una sensación claustrofóbica realmente desesperante y allí está gran parte de la virtud del álbum y de la banda, porque y, sin desmerecer otras vertientes, el death metal no era sobre la creación de sonidos limpios y seductores sino sobre algo realmente extremo, tal como estableció Possessed en el canónico Seven Churches.
La producción sonora es la adecuada a este estilo extremo, no confunde los instrumentos, pero sí permite escucharlos sin adornos, tal como suenan en su afinación clásica de comienzos de los 90. La portada luce perfecta en su tenebrosidad para este buen disco. Recomendado para quienes están hartos del deathcore y una vacuna contra Job for a Cowboy y smilares.
Estas bandas rara vez tienen videos promocionales, pero acá unos cortes del disco.
Este video es del Hail Infernal Darkness
Este es del Return fo the Black Death, el favorito de Cipriani