Una banda que no debemos olvidar: The Gates of Slumber anuncian su final

The Gates of Slumber ha muerto y eso es una pérdida para el doom y para el metal. Saber que esos brutales discos ya no se editarán es una noticia triste ¿Qué fue lo que pasó?

Escribo esto un poco en shock, me acabo de enterar (en realidad hace una semana, pero recién publico) que Gates of Slumber se termina de acuerdo con las declaraciones de Karl Simon vocalista y guitarrista de la banda. Yo no sé qué piensan ustedes pero para mí ha sido un verdadero trauma.

The Gates of Slumber es uno de los gigantes del metal de la primera década del siglo XXI. Yo los descubrí no hace muchos años y dentro de mi interés por conocer más del doom, género del que conocía poco (pero ya no tan poco). Los Slumber están al lado de Reverend Bizarre en su rol de puntales y máximos representantes actuales de esta corriente originaria del metal. Su militancia headbanger la expresaron en ardorosos discos de pesado y extremo metal oscuro y en su pertenencia al Circle of True Doom (COTD) junto a los mencionados Bizarre, Solstice y otros más.

Hablar sobre música es como danzar sobre arquitectura, pero lo que hicieron los Gates of Slumber está entre lo más sobresaliente del metal del siglo XXI. La voz de Simon nos remite con facilidad a la de Bobby Liebling y los temas no son tan repetitivos como ocurre con otras bandas de doom. Con frecuencia además se mandan con piezas un poco más rápidas y rockeras. Claro el bajo acá es esencial y esa es al parecer la razón del fin de la banda. Resulta que Jason McCash, bajista y miembro fundador decidió salir de la banda y como ya había declarado Simon antes, si McCash se iba algún día él no continuaría con la agrupación y así ha sido, hace una semana se publicó que la agrupación ya no continuaría ante la defección del bajista y el no deseo de mantenerla de Simon.

Hagamos un poco de historia. La banda comenzó con el nombre de The Kep en 1997, y en ella ya estuvieron Karl Simon a la voz y a las guitarras y Jason McCash en el bajo. Al poco tiempo la banda adoptó su nombre, que debo decirlo transmite mucha personalidad. Su intención era mantener vivo el doom primigenio de los 70, sobre todo el sonido más pesado de los primeros Sabbath, Pentagram y Bedemon en esa línea su segundo demo tiene por portada un tributo a la del primer disco de los de Birminghan y a la del Die Healing, de Saint Vitus. Su debut en discos lo hacen con …The Awakening (2004) que no pudo ser más sabatiano. El sonido de la guitarra es tan pesado que sientes los granos del sonido en cada oído, la voz es enloquecida y parece un clamor constante. Se trata de un trabajo hipnótico. Al poco tiempo se edita Suffer no Guilt, disco en el que se nota la presencia de una constante, la temática de Robert E. Howard, el creador de Conan el cimeriano, historias melancólicas y sanguinarias de guerreros, de muerte y desolación. La portada es como para hacerla un mural. Se trata de un disco un poco más lento pero las cualidades reseñadas se mantienen. Una peculiaridad es el sonido de los platillos, parecen latas. Quedó genial.

Luego se editó el que para mí es su disco cúspide Conqueror, que tiene a los mejores temas que hayan compuesto como la aplastante apertura Trapped in Web y con otra portada genial esta vez en un brutal color rojo. Al poco siguieron con Hymns of Blood and Thunder, un álbum que continuó con la misma desesperación sónica. Finalmente, en lo que a LP’s se refiere, publican The Wretch, otro disco cúspide aunque un poco más lento.

Todo eso en medio de una riada de EP’s y splits que son tan valiosos como sus larga duración. Me da pena el final de la banda pues justo ocurre cuando algunos meses atrás habían publicado para descarga un EP, el Stormcrow, que era como la vida según Shakeaspeare: una historia contada por un demente llena de sonido y de furia.

Así que desde Headbangers, una réquiem por Gates of Slumber, grandes guerreros del doom metal y de todo el metal. Su música prevalecerá.

Death Dealer

Último video de la banda, de su más reciente EP