Hace 40 años: Muhammad Ali en Lima
Muhammad Ali, quizás el mejor boxeador de la historia, estuvo en Lima hace 40 años para participar en una pelea de exhibición. Su visita causó gran algarabía entre los aficionados al deporte de los puños. La prensa de aquella época lo recibió el sábado 18 de setiembre de 1971 en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez.
“El famoso ex campeón mundial de los pesos pesados, Muhammed Ali (Cassius Clay) alborotó anoche el Aeropuerto Internacional al llegar sorpresivamente procedente de Sao Paulo. Cassius Clay hará una pelea de exhibición el próximo martes en el Estadio Nacional. El ex campeón, siempre sonriente, se confundió con el público, dio apretones de manos y firmó autógrafos a quienes se lo pidieron”, informaba El Comercio en su edición del domingo 19 de setimbre de 1971.
Vistiendo una impresionante guayabera color blanco humo, pantalón azul claro y zapatos negros con tacos cuadrados, Cassius Clay (mejor conocido como Muhammad Ali, luego de su paso al islamismo) llegaba al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez. Fernando Duarte, presidente de la Federación Peruana de Boxeo, fue el encargado de darle la bienvenida. La comitiva del campeón estuvo conformada por su entrenador Angelo Dundee, el ‘sparring’ Al Johnson y el apoderado peruano Álex Valdez.
Antes de alojarse junto a toda su comitiva en el Hotel Crillón, Clay recordó con entusiasmo a Mauro Mina, pues presenció una pelea del púgil peruano en el Madison Square Garden. Además mencionó estar en excelente condición física y que su viaje a Brasil resultó agradable. Dos días después, el 21 de setiembre de 1971, el boxeador norteamericano subía al ring montado en el Estadio Nacional, donde enfrentaría al peruano Guillermo “Willy” de la Cruz.
Soy el más grande
Conocido por su fama de ´big mouth´ (hablador o bocón en español), Muhammad Ali fue uno de los primeros boxeadores en amedrentar psicológicamente a sus rivales, tanto fuera como dentro del ring. Meses antes de cumplir los 18 años ganó la medalla de oro de pesos semipesados en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Esta victoria fue el inicio de una carrera deportiva que sólo conoció triunfos.
Previo a la velada pugilística, Cassius Clay respondió las preguntas de los periodistas peruanos en una breve conferencia de prensa organizada en el Salón Perú del desaparecido Hotel Crillón. Durante la reunión confesó: “Le temo más a los impuestos del gobierno de mi país que a la zurda de Joe Frazier” conocido boxeador que lo venció a inicios de ese año, en la llamada ´pelea del siglo´.
Al consultarle sobre la belleza de la mujer peruana respondió: “Soy casado y no puedo opinar”. Al término de la conversación, Ali saboreó una suculenta comida. Gerardo Samanamud, reportero gráfico de El Comercio, capturó el momento.
La tribuna norte del Estadio Nacional fue escogida para montar el cuadrilátero donde el púgil norteamericano se enfrentaría, en un combate de 10 rounds, a Al Johnson y el peruano Willy de la Cruz, quien venía de derrotar al doble campeón chileno Misáel Vilugron. Cinco rounds contra Johnson y cinco contra el crédito nacional. Las contiendas preliminares tuvieron de protagonistas a boxeadores amateurs y profesionales locales.
El bocón entra en acción
Muhammad Ali, de pantalón blanco con ribetes negros y zapatillas blancas, hace su entrada al ring del Nacional. La afición lo aplaude mientras la expectativa por verlo en acción va en aumento. Luego de un primer round de reconocimiento, Ali tropieza y cae, en un gesto de broma.
En el tercero apabulla a Johnson con severos jab de izquierda. El árbitro peruano José ´El flaco´ Salardi mira de cerca las acciones. Ya para el cuarto round, Salardi se convierte en protagonista de la pelea al correr de uno a otro lado persiguiendo a Ali, quien le manda un golpe en son de broma. ´El flaco´ atina a esquivarlo. El público goza del encuentro y aplaude cada arremetida del boxeador.
Para el sexto round, el púgil peruano ´Willy´ De la Cruz entra al ring insultando a Clay y haciendo ademanes de que iba a masacrarlo. Cassius responde a los insultos. Todo era parte del show. El séptimo asalto se muestra interesante con un De la Cruz tratando de sorprender a su rival.
La pelea llega a su fin y los dos púgiles se abrazan. La policía contiene al público que trata de meterse al cuadrilátero. Muhammad se retira del escenario boxístico, en medio del cariño de la afición peruana que corea su nombre y no cesa de aplaudirlo. Tres años después, el 28 de enero de 1974 ganaría la revancha contra su eterno rival, Joe Frazier.
(Iván Gonzales Geldres)
Foto: Archivo Histórico El Comercio