Conversación en El Bolívar con Orson Welles
El 4 de agosto de 1942, un hombre fornido, alto y de gran popularidad aterrizó en el aeropuerto Limatambo. Al día siguiente, El Comercio tituló “Desde ayer se encuentra en Lima Orson Welles”. Esta celebridad de teatro, radio y cine llegaba a nuestro país luego de una gira de seis meses por Sudamérica. El Hotel Bolívar lo esperaba, al igual que periodistas y `catedrales´. Huellas Digitales rememora aquella visita.
A su llegada a Lima, Orson Welles recién había estrenado “El Ciudadano Kane” (1941), película que él mismo escribió, dirigió, protagonizó y convirtió en un éxito.
Sin embargo, el hecho que sus fanáticos más recuerdan es la transmisión, desde una radioemisora de Nueva York, de una adaptación del libro de Herbert George Welles, “La guerra de los mundos”. Como si se tratara de un reporte noticioso, Orson hizo creer a los radioyentes que los extraterrestres habían invadido el planeta.
En suelo peruano
Con 28 años encima, el jovenzuelo Welles llegó a Lima como parte de las políticas norteamericanas de buena vecindad e integración con los países de esta parte del mundo. Ni bien pisó suelo peruano nos embriagó de su éxito e inquietó a los periodistas que pugnaban por entrevistarlo. El esperado encuentro se realizó en el Hotel Bolívar.
Queda registrado en los archivos de El Comercio, que el hombre de cine conversó con los entusiastas periodistas. La personalidad de Welles convirtió aquella rueda de preguntas en un discurso extenso, que empezó diciendo: “Son muchas las veces que he tenido que decir lo que ustedes quieren que diga por eso se de memoria un itinerario que les puedo recitar”.
Empezó su monólogo con un recuento de su exitosa carrera que empezó a los 12 años. Continuó recordando su paso como dirigente del Mercury Theatre, sus grandes obras de teatro, las anécdotas y los obstáculos que tuvo que pasar para poner sus obras en escena; así como, de su cariño por España, sobre todo por la ciudad de Sevilla, su afición por las corridas de toros y sus grandes amigos toreros.
Recordó su afamada transmisión de la invasión de la tierra por los marcianos. Según Welles, pocos sabían del nacimiento de tan disparatada idea. A manera de primicia contó que trató de simular la transmisión radial que hizo un sacerdote, quien anunció que Inglaterra iba ser invadida por los comunistas rusos. Esto originó centenares de llamadas telefónicas y la inquietud de mucha gente. Él no quiso perderse tamaña aventura y lo imitó sin pensarlo dos veces.
Luego vendría su paso por Sudamérica, “Brasil fue el país donde pasé mayor tiempo. Aprendí el portugués y he estropeado mi español. Allí filme dos películas una de los pescadores y otra del Carnaval”. Aunque muchos cuentan que su viaje no fue lo él que esperaba.
No podía acabar su exposición sin mencionar los motivos de su llegada a tierras peruanas. “He venido porque quería conocer este país, porque desde niño Lima era una palabra especial, y me sugería muchas cosas relacionadas con viejas historias y con el dramático espíritu de España”.
En la barra de `El Bolívar´
La anecdóta vendría al finalizar la conferencia cuando el periodista Alfonso Tealdo lo abordó con una simple pregunta en inglés: “¿Whisky con soda?” a lo que Welles contestó: “¡No! Peruvian Drink”. La conversación que sostuvieron el hombre de `Ciudadano Kane´ con el periodista de `La Prensa´ en la barra del Hotel Bolívar se convirtió en leyenda.
Cuentan que apenas se enteró de la existencia del pisco sour, Orson ordenó `catedrales´ sin parar y, aunque parezca exagerado, fueron dos docenas las que se bebieron. Al día siguiente, `La Prensa´ publicó la entrevista a Welles hecha por Tealdo. Todo un alivio para el periodista quien ni siquiera se acordaba si la había entregado al diario.
Alfonso Tealdo conversó por cinco horas con Orson Welles. Al principio utilizó interprete, pero luego ya no. ¿Muy rápido aprendió inglés? le preguntaron tiempo después a lo que él respondía: “No, lo que pasó fue que él aprendió el idioma del pisco sour”.
De la simpática entrevista se rescata no sólo las copas de pisco sour, sino también algunas de sus respuestas como “¡Protesto!” O cuando dijo sentirse culpable por el daño que le hizo a la radio. “Antes de mi obra sobre la invasión de los marcianos se creía en la radio, ahora ya no”. Sin embargo, no dejaba de reírse cuando mencionaba la palabra Marte, “Era su principal motivo de risa” contaba Tealdo.
El hombre que hizo temblar Nueva York, como decía el periodista de `La Prensa´, dejó recuerdos por estas tierras, y por la barra de `El Bolívar´, claro está.
(María Fernández Arribasplata)
Fotos: Agencia