La 'Chaika' en el Perú: 40 años de la visita de Valentina Tereshkova
La primera mujer cosmonauta de la historia llegó a nuestro país el 21 de marzo de 1974. La joven y carismática Valentina Tereshkova se ganó la admiración de los peruanos que fueron sus anfitriones por una semana. Entre viajes y agasajos dejó el mensaje de la importancia del papel de la mujer en la sociedad. En Huellas Digitales recordamos la visita de la ‘Chaika’ y los detalles de una vida que se hizo un lugar entre las estrellas.
La menuda figura de Valentina aparecía entre rosas rojas, gladiolos celestes y orquídeas. Por primera vez, la primera mujer cosmonauta pisaba suelo peruano. “¡Valentina amistad!”, gritaban unas mil mujeres desde el espigón del Aeropuerto Jorge Chávez a la heroína soviética del infinito, ella sonreía y agradecía el gesto saludando.
Tenía 37 años recién cumplidos y sólo una década antes se había convertido en la primera mujer que viajó al espacio exterior.
La ‘Gaviota’ obrera
Valentina Vladimirovna Tereshkova nació un 6 de marzo de 1937, en una provincia de la entonces URSS. Desde temprana edad comenzó a practicar el salto en paracaídas, deporte que combinaba con su trabajo en una fábrica y sus estudios en una escuela nocturna.
El 16 de junio de 1963, cuando su familia creía que participaba de una competencia de paracaidismo, la cosmonauta emprendió su primer vuelo en la nave Vostok-6. Tan solo un año antes, Valentina había cumplido con los requisitos para la selección de aspirantes: ser paracaidista, tener menos de 30 años, medir menos de 170 cm y pesar menos de 70 kilos.
“Aquí Gaviota, aquí Gaviota. Veo en el horizonte una raya azul: es la Tierra. ¡Qué hermosa!” fue su primer mensaje desde el espacio. Durante la misión, se le bautizó con el nombre en clave de ‘Chaika’ (gaviota). La avecilla rusa permaneció 70 horas con 50 minutos y dio 48 vueltas alrededor del planeta.
Dama espacial en Lima
La diputada del Soviet Supremo, Coronel de la Fuerza Aérea, Héroe de la URSS y presidenta del Comité de la Mujer Soviética “se ganó las simpatías del millar de personas que le dieron la bienvenida en el aeropuerto internacional ovacionándola y abrazándola” a su llegada el 21 de marzo de 1974, publicó El Comercio.
Tereshkova cumplió una agitada agenda de ocho días, en las que no solo fue entrevistada por la prensa local, también visitó Trujillo y Cusco. Fue en el Norte donde se brindó un almuerzo en su honor y en el que un danzante le invitó a bailar una marinera.
“El vuelo de la mujer al cosmos es prueba de que podemos cumplir misiones no solo en la Tierra, sino también en el Cosmos”, respondió la sencilla Valentina ante las preguntas sobre la igualdad de derechos entre géneros. También resaltó la presencia de las mujeres en la vida política de su país.
El Gobierno Peruano, representado por el Comandante General de la FAP Rolando Gilardi, condecoró a la dama espacial con la Orden del Sol en grado de Gran Oficial y con el ‘Ala de Piloto Honoris Causa’ otorgada por la FAP, el 26 de marzo.
Cuando Tereshkova retribuyó el gesto a Gilardi al entregarle una insignia de Piloto Cosmonauta de la Unión Soviética y un álbum con dibujos de su colega Alexei Leonov, mostró su sentido del humor. Ella le dijo que la insignia lo facultaba a realizar un viaje al Cosmos previo consentimiento de su esposa, a lo que Gilardi respondió “en ese caso tendría que tener 10 años menos”. Sin perder la chispa, la cosmonauta replicó “la edad no interesa”.
Entre otros reconocimientos que tuvo ese día, se le entregó las “Llaves de la Ciudad” y se le ofreció un almuerzo de confraternidad en la Hacienda Villa, donde hasta bailó un vals cantado por Oscar Avilés y Arturo ‘Zambo’ Cavero, con el anfitrión y ministro de Pesquería General Javier Tantaleán.
El otro vuelo de Valentina
Tereshkova se despidió del pueblo peruano el 29 de marzo, y agradeció la cordialidad de las diversas comitivas que la acompañaron en nuestro país, para retornar a Rusia vía La Habana.
“En la actualidad no se están preparando a mujeres para lanzarlas al espacio: pero esto puede ser más adelante”, había dicho la cosmonauta durante su estadía. Tendrían que pasar 19 años para que otra mujer participe de un viaje espacial.
Tras su histórica hazaña, Tereshkova obtuvo los grados en ingenería espacial y científica, y continuó con su vida política hasta que en 1997 se retiró de la Fuerza Aérea. Su imagen quedó también en el cancionero latinoamericano con el tema “Ayúdame Valentina”, escrito por Violeta Parra.
En la actualidad, es diputada de la Duma regional de su natal Yaroslavl y una de las mujeres más reconocidas de su país. Al contrario de lo podría haber pensado la sociedad de su época, Valentina se casó dos veces y tuvo una hija llamada Yelena.
En declaraciones al diario Sobesédnik dijo, “durante muchos años estuve interesada en todo lo que tiene relación con Marte. ¡Si pudiera llevarlo a cabo, volaría allí e incluso no regresaría!”.
(Pamela Loli)
Fotos: Archivo Histórico El Comercio / Agencias
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