Frida Kahlo: Su legado a seis décadas de su partida
Hace 60 años México despidió a Frida Kahlo, una pintora sin fronteras que dejó como única herencia sus obras de arte. Una mujer excepcional, quien supo infundir el temple y valores de una luchadora incansable. Huellas Digitales recuerda a una mujer que rompió el molde de su época y es inspiración para mujeres de varias generaciones.
Una niña llamada Frida
Su nombre completo fue Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón. Nació un 6 de julio de 1907. Hija de fotógrafo alemán y madre mexicana. Su padre insistió en que se llame Frida, pues Friede en alemán significa Paz. Algo que en su tortuosa vida nunca tuvo. Desde los seis años sufrió las agonías de la poliomielitis que le deformó la pierna derecha. Desde niña conoció el dolor sin límites.
Creatividad con valores
Su padre trabajó con el daguerrotipo y posteriormente como fotógrafo y no escatimó esfuerzos para que Frida tuviese una carrera. Ella conoció la técnica del grabado pero la pintura fue su pasión. Luego de un doloso accidente de tránsito en 1925 que le dejó lesiones severas y una lenta recuperación, Frida inició su primer “Autorretrato” (1926), este género le sirvió para representar y plasmar su sufrimiento físico, el amor por Diego Rivera y sus obsesiones.
Ella dijo “Me gustan mucho las cosas, la vida, la gente. No quiero que la gente muera, No tengo miedo a la muerte, pero quiero vivir. El dolor no, eso no lo soporto”.
Sus ideales
Abanderada del comunismo. Aunque muchos creyeron que estaba bajo la sombra de su esposo, el gran muralista Diego Rivera, la artista se convertiría en una de las grandes mujeres de la pintura mexicana y exponente del surrealismo. Vivir en medio de un país convulso y revolucionario la condujo a tomar partido por el comunismo. Compartió con grandes personajes como la fotógrafa Tina Modottio, el exiliado líder comunista León Trotsky y su esposa Natalia Sedova. Trabajó como profesora en el Departamento de Bellas Artes. Desde entonces los críticos de arte señalan que su obra “tiene sus propios valores”.
El amor
Conoció al pintor Diego Rivera en la Escuela Nacional Preparatoria. Se enamoró perdidamente y se casaron en 1926. Frida decidió llevar algunos de sus cuadros al famoso pintor para escuchar una opinión. Ella siempre fue decidida, con un temperamento apasionado y difícil. La impronta psicológica que cargó por su accidente, sus dolores constantes y su pierna deformada la impregnaron de un dramatismo y una pasión fuera de lo común. Diego Rivera queda impresionado con las pinturas de Kahlo y su fama de don Juan no pudo contenerse. Quedó enamorado de ella.
No es un adiós
Perdió la pierna en 1953 a causa de la gangrena, su salud mental decayó bastante y sufrió de depresiones e intentó suicidarse en dos ocasiones. Su dolor y depresión se reflejó en sus poemas, diario y autorretratos. Después de múltiples operaciones a consecuencia de la polio y de un accidente no pudo resistir más. Daría su último respiro un 13 de julio de 1954. A su muerte se convirtió en imagen de culto para algunas luchas ideológicas.
Por otra parte, los mexicanos no permitirían que su nombre sea olvidado y han capitalizado su figura. Su imagen se mantiene en el colectivo. Frida no imaginó nunca que sería motivo de la “Fridomania” y que usaríamos polos o bolsos con su rostro y sería imagen de culto. Su imagen y obra siguen vivas en muchas mentes.
(Marleny López Lucas)
Fotos: Museo Frida Kahlo
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