Más historias de mujeres, una gran lección de los Oscar
Llevo unos meses leyendo, un poco a la fuerza, un libro llamado “No soy ese tipo de chica”. La autora, Lena Dunhan, es la guionista y protagonista de “girls”, una exitosa serie sobre cuatro chicas que viven en Nueva York. Después de todo lo que había oído sobre la serie pensé que el libro debía ser igual de genial.
Pero la verdad es que al leerlo me sentí un poco decepcionada porque no encontré esa típica historia de chicas que se sobreponen a cosas random que les pasan y encuentran la luz y se convierten en feministas (sí, así es como me gustan los libros). Sino más bien encontré cientos de relatos muy raros sobre la vida de Dunhan. No había una historia continua, las cosas que le ocurrían no eran random y pues, al final no había ninguna luz que diera un vuelco a su vida.
Un día, cuando estaba a la mitad del libro, lo cerré y me quedé mirando el techo por unos minutos pensando qué joracas era todo eso. Y en eso, me convertí en uno de los personajes de esos libros que amo leer y vi la luz (o me gusta pensar que por eso he seguido leyéndolo). Lena Dunhan decidió publicar, varios años después de volverse famosa por la serie, esta colección de pequeñas reflexiones que la hicieron quién es el día de hoy. Esas reflexiones, rarísimas, son parte de su vida y la llevaron a darse cuenta de que tenía una historia que contar.
El día de ayer, Frances McDormand ganó el óscar a mejor actriz por su interpretación en “Three Billboards Outside Ebbing, Missouri” y cerró su discurso con dos palabras y con todas las nominadas este año de pie: inclusión rider, haciendo alusión a una cláusula en los contratos que obliga a la diversidad en el cine.
Con estas dos palabras, y mucha gracia, McDormand le pedía a todos los productores/directores que se pongan la camiseta y escuchen todas las grandes historias que las mujeres de la industria y del mundo tienen que contar.
Su discurso me llevó automáticamente a pensar en Lena Dunhan y sus raras historias. También me llevó a recordar lo que pensé mientras la leía… “tengo muuuchas historias así de raras y chéveres que contar”. Con esta reflexión revivo este blog y prometo sacar esas vivencias poco a poco. Pero también espero, que cada una de ustedes vaya encontrando la forma de contar sus historias, porque merecen ser escuchadas.
Para ver el discurso completo, dale click aquí.
Bonus track:
Un par de horas antes de publicar este post me encontré con esta genial reflexión sobre los Oscar en Facebook y no quiero dejar de compartirla. Si que las mujeres han dado la hora en la gala de este año.