Christian: lo más lejano a un inglés que hay
En la obra, Larry, tu personaje, se ve en una situación algo contradictoria con su carácter…
Claro, lo sacan del cuadro. Es bonito porque pierde un poco el control en algunas escenas, y eso, a nivel actoral, demanda. Se ve involucrado en algo en lo que él jamás pensó que podría estar. Al contrario, para él la vida era muy tranquila, él era un ser muy ecuánime, muy en su sitio que jamás iba a entrar en una cosa así. Pero eso es lo bonito, eso es la vida, te da sorpresas.
¿Y tú te sientes identificado con este personaje? ¿También eres así de parametrado y centrado?
No, para nada. Soy lo más lejano a un inglés que hay. Esa es en verdad la maravilla de la actuación: poder comprender a otra persona, empezar a ser más tolerante con otros seres que piensan diferente que tú, que se portan diferente que tú, que tienen otra educación, otra formación.
Soy completamente contrario a este personaje. Quizás en los momentos en los que se enfurece sí hay algo de mí, sobre todo cuando pierde un poco la paciencia, pero después, soy completamente al revés.
Los cuatro personajes se ven envueltos en un ambiente de infidelidad y de celos. ¿Tú crees que ese enfoque de la infidelidad podría afectar mucho al público limeño que es tan ‘políticamente correcto’?
Pero de todas maneras. Todos se van a quedar calladitos porque nadie va a decir eso a mí no me toca. Yo creo que de alguna manera hay algo en la historia que va a tocar. Eso es lo bonito: te vas a sentir identificado con cualquiera de los personajes o con cualquiera de las situaciones. Y te aseguro que a Lima, media cucufata, la va a sacudir, pero creo que para bien. Eso es lo bonito del arte en general: que uno aprende, que uno empieza a recibir este tipo de información, a procesarla y a ponerla en práctica en la vida.
¿Y a ti cómo te ha afectado este personaje y también, indirectamente, los otros tres?
A mí me ha golpeado esta sensación de sacada de vuelta, de descubrir a alguien que te está engañando. Creo que la sensación es bien difícil. Nunca he estado en una situación como esta, pero es tan complicado darte cuenta de que alguien, a quien tu quieres tanto y a quien tienes tanta confianza, te traiciona.
Y te lo dice en la cara: Sí, lo hice
Yo en el personaje me enfermo con el asunto y le empiezo a pedir detalles y ella me da los da. Esa parte es horrible.
Esa parte te saca de cuadro porque no es común que uno se sepa engañado y quiera saber todo, cómo, dónde… Es algo enfermizo, ¿no?
Claro, y es algo que yo jamás haría. No se me ocurriría, ya suficiente dolor de enterarte como para que empieces a pedir detalles.
O de repente es algo que muchos callamos, ¿no? Quizás lo puedes pensar y no decirlo.
Quizás no lo dices en el momento, pero cuando se va empiezas a pensar: “¿Cómo habrá sido? ¿Habrá estado mejor que yo?”. Es un machismo asqueroso, sobre todo los hombres que se empiezan a torturar la cabeza de una manera asquerosa.
Creo que esa manera de enfrentar distinto las cosas va a sacudir mucho a la gente que venga a ver la obra.
Sí. Tiene muchas verdades. Está muy bien escrita. Me parece fantástico cómo te va contando la historia porque en todo momento te estás preguntando “¿y ahora qué viene? ¿Qué va a pasar?”, y siempre hay alguien con una respuesta diferente o no esperada. Así que yo creo que sí, que es una historia que va a impactar, que va a gustar.
Yo creo que la película impactó a muchos, pero creo que en teatro es más bonito.