Ciencia divulgada
Quizás un programa como este no duraría una semana en la televisión nacional. Es de lamentar. Pero en otros lares la divulgación científica y cultural tiene otros visos, informa, fuerza a pensar y entretiene. El británico Brian Cox no es un actor ni un animador aunque brilla como tales. Es un eminente científico y profesor (físico de partículas, investigador de la Real Sociedad de Londres y profesor en la Universidad de Mánchester) que libra su amena cátedra tras las cámaras de la BBC. Lo hace desde un recinto sagrado para la ciencia (la Royal Society, cuya existencia data de 1799 y por donde los más grandes científicos de la historia llegaron a disertar o discutir).
¿Tendremos en el Perú algún científico con tales dotes de divulgador popular? Circunscribo esta interrogante para la televisión y más precisamente para el horario estelar. Ya en la prensa escrita existen algunas interesantes propuestas y han habido divulgadores notables en la historia de los medios (en El Comercio más precisamente).
La inquietud de esta nota se dirige a lo que (con pleno derecho, desde luego) vemos los peruanos en la televisión. Ella no es arbitraria, nos da lo que los peruanos queremos ver. Cada oferta responde a una demanda particular. Los británicos quieren ver ciencia y les dan ciencia. Los franceses quieren literatura en la TV y la TV se la da. Los peruanos queremos el chiste fácil y, tal como dicta este régimen, la pantalla nos lo da. La educación peruana es para sobrevivir a la vida escolar, la europea es para amar el saber. Lo que la demanda televisiva y cultural fija como prioridad es lo que la educación o mala educación nos enseñó a preferir.
Cuando recurro a este tipo de programas extranjeros para alentar mi curiosidad por la ciencia pienso en lo que somos aún, en la miseria de la insensatez de un país que no pasa del gag, el escandalete, la cortina de humo y la vedette de ocasión.
Los dejo con este profesor que, con su inusitada capacidad para divertir y explicar desde la ciencia, nos acerca a la física cuántica para demostrarnos cuan vasto y vacío es el universo.
De verdad, harías bien en darle una mirada.