Por qué es bueno ir al teatro y leer novelas
En “Imaginantes” se nos da la clave para entender cada escenario por el que cruzamos y para descubrir el destino de la gente y el nuestro propio “¿A dónde vamos con nuestras acciones, con nuestra mirada y con nuestro tono de voz?” “¿Qué historia es la que estamos escribiendo?”.
Un buen amigo, gran lector de novelas, suele anunciarme lo que habrá de venir, observa a los personajes de la vida real y ensaya una lectura más o menos acertada de su destino. Sin una bola de cristal y solo con un libro sabe lo que puede llegar. Como en “Un tranvía llamado deseo” o como en “El zoológico de cristal”, los desenlaces casi se pueden prever . Ese es su horóscopo secular y su baraja. “Si quieres conocer a la gente y sus posibles destinos, lee ficción, ve películas, anda al teatro”, me suele decir para concluir: “aquella seguirá los pasos de la Bovary y aquel otro habrá de culminar su camino como Julian Sorel y aquel otro más…” En fin.
Si quiere más vea lo que sigue a continuación (el caso de Hugo Arguelles)