Inspiración
“Escribe para ti”, me dijo aquel gran poeta. Yo lo miré en silencio, ávido aún de su temprano éxito mundano. Pero él tenía la razón y con su razón abandonó el mundo. Por tal fue que nunca tenté los concursos ni los premios poéticos, pero sí invoqué a las elusivas fuerzas de la inspiración, porque como él bien decía “la poesía es un retrato del momento que vives, inspiración. No más. No olvides esa palabra”.
Inspiración. Has escuchado in numeras veces de aquel término más propio de poetas y plásticos. Te suena a cosa de locos. El poeta no ha de distraer su pluma tanteando el laurel, ha de centrarse en aquel rostro que lo anima, aquel recuerdo que lo dulcifica, el jardín de besos y frondas, los ojos húmedos que la distancia cuartea, los socavones de furia entre tinieblas, el tierno adiós entre penumbras, los idus de marzo, la muerte del viejo, Lima, Buenos Aires, ella, la luna, la luciérnaga, los enigmas, el fuego terráqueo, la luz de una boca, Dios…
Las circunstancias que alimentan los tópicos son diversas: el amor, la muerte, los adioses, la tormenta, el paisaje, la soledad, la bruma. No, no llames a los libros ni a las viejas poesías, para escribir un verso no necesitas ni a Neruda ni a Lorca, solo necesitas vivir, sí, eso mismo. Vivir sin erudición, pero con flamas.
Uno de los más grandes poetas nacionales no es precisamente un poeta, es un compositor ágil y de genio incontrastable. No, no barajes los célebres apellidos del Parnaso peruano. Estos son poetas ocasionales que blanden la pluma a cuenta gotas, en aquellas raras veces en que la inspiración los embosca. Quien refiero es más simple, no por ello menos genial, no leyó jamás un libro ( y ya eso es bastante para la vanidad de los más afamados vates). La diferencia es que a él la inspiración no le guarda distancias, le es asequible, él la toma por asalto cuando quiere. En fin.
Aquí viene con su música y su talento criollo, o tal vez con su genio, y su genio no es más que su inspiración. Así que ya sabes…Cuando quieras escribir un poema…
Nota: Ya te contaré la historia de esta canción…
(Augusto Polo Campos en la voz de otro grande, Arturo Zambo Cavero)