La playa, el peor enemigo de tu celular
El verano, el amor y la juventud son elementos que, juntos, funcionan a la perfección. Sin embargo, hay un nuevo elemento, uno más moderno, que quiere meterse por los palos en esta ecuación. Así como muchos no pueden (no podemos) salir de casa sin el teléfono celular, otros consideran que es un aparato indispensable para acompañar nuestros días en la playa.
Las razones son muchas: sirve para inmortalizar esos momentos mágicos ya sea en foto o en video; para darle un fondo musical a nuestras jornadas playeras; para mantenerse informado en todo momento… Cosas que ustedes como usuarios conocen a la perfección.
Pero todo esto se puede ver empañado si no se toman las precauciones adecuadas para proteger tu dispositivo móvil.
Primero, debes evitar que su dispositivo caiga al agua. Ya existen en el mercado diversos aparatos con la certificación IP67 que protegen al equipo contra el ingreso de polvo y que le permiten soportar hasta un metro (no más) de profundidad bajo el agua. Pero se tratan de aparatos de alta gama.
Para el resto nos queda mantener el dispositivo en un lugar protegido contra la luz directa del sol, para evitar que se sobrecaliente. Esto, sumado al uso intensivo del celular hará que la batería se consuma más rápido. Por eso es recomendable también contar con una batería externa para sacarnos de un apuro.
Si es posible, hay que tener el dispositivo en un lugar donde el contacto con la arena sea difícil. Esto es importante porque los granos se pueden meter en el equipo y dañar piezas internas o podrían rayar nuestras pantallas (incluso si usas una lámina de protección de plástico).
Si de verdad quieres tanto a su dispositivo móvil, cuídalo. Y después de sus vacaciones llévalo al servicio técnico para que lo sometan a una limpieza a fondo y puedas seguir usándolo por mucho tiempo más.