Ricardo Dasso: El maestro vida
El timón siempre sujeto con las dos manos formando las diez y diez. Ricardo Dasso arranca la breve clase explicando cuál es la mejor manera de tomar el volante y luego hace derrapar un Mercedes que no es suyo por la tierra de San Bartolo. Cuesta creer lo que alguna gente que lo conoce advierte. Parece mentira cuando uno lo ve tan entusiasta como siempre, dando sus lecciones, explicando que el auto de carreras tiene que sentirse con el trasero y haciendo bromas sobre una futura operación con la que dejaría de ser el ‘Gordo’. Dasso lo confirma más tarde, bien cuadrado ante una botella de Inca Kola light: está pensando en el retiro. Asegura que si hubiera ganado Caminos del Inca el año pasado habría dicho basta ahí mismo. No pudo ser y ahora dice que lo toma como un mensaje del más allá: “No te retiras todavía, compadrito”. Primero quiere encontrar un sucesor.