Entre 2005 y 2014, las visitas de niños y bebés a servicios de urgencias por alergias aumentaron en un 214%.
Entre 2005 y 2014, las visitas de niños y bebés a servicios de urgencias por alergias aumentaron en un 214%.
Redacción EC

Si sospechas que tu hijo puede ser es importante buscar una evaluación médica para obtener un diagnóstico adecuado. Sin embargo, hay algunos que te pueden ayudar a determinar si realmente lo es para evitar que siga consumiendo dicho producto hasta que puedas acudir con un profesional.

Cabe precisar que la alergia a un alimento ocurre cuando el reacciona de manera exagerada ante ciertos componentes presentes en ese alimento, considerándolos una amenaza para el cuerpo. En esencia, el sistema inmunológico confunde el alimento como una sustancia dañina y desencadena una respuesta inmunitaria.

En el caso de las alergias alimentarias, los alérgenos generalmente son proteínas presentes en ciertos alimentos. Cuando un niño con predisposición genética a las alergias consume o entra en contacto con ese alimento en particular, el sistema inmunológico produce anticuerpos llamados inmunoglobulina E (IgE) específicos para ese alérgeno en particular. Estos anticuerpos se adhieren a células llamadas mastocitos y basófilos, que están presentes en tejidos como la piel, los pulmones y el sistema digestivo.

Según un estudio publicado por la Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica, las visitas a servicios de urgencias por alergias aumentaron en un 214% entre 2005 y 2014, principalmente en bebés y niños pequeños (de 0 a 2 años). Se cree que este incremento puede deberse a diversos factores, como cambios en la alimentación o condiciones atmosféricas. Entre los alimentos que más alergias han causado se encuentran los frutos secos.

¿Cómo reconocer una alergia alimentaria en tus hijos?

Los niños pueden presentar una variedad de síntomas cuando tienen una alergia alimentaria. Estos son los más comunes:

Reacciones cutáneas

La urticaria es una reacción alérgica que se caracteriza por la aparición de ronchas rojas y elevadas en la piel que pueden picar intensamente. Estas ronchas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y suelen desaparecer en pocas horas o días.

El eczema, por otro lado, es una erupción cutánea crónica que se presenta como parches de piel seca, enrojecida y con picazón. La alergia alimentaria también puede causar hinchazón de los labios, la cara o los párpados, conocida como angioedema.

Problemas gastrointestinales

Los síntomas gastrointestinales más comunes de la alergia alimentaria en los niños incluyen dolor abdominal, diarrea, vómitos y náuseas. Estos síntomas pueden ser leves o severos, dependiendo de la gravedad de la reacción alérgica y del tipo de alimento desencadenante. En algunos casos, los niños presentan síntomas de malabsorción, como heces grasas o pálidas, y pérdida de peso.

Síntomas respiratorios

La alergia alimentaria puede afectar las vías respiratorias y provocar síntomas como congestión nasal, estornudos, tos, dificultad para respirar o sibilancias. Estos síntomas pueden ser similares a los de las alergias respiratorias, como la rinitis alérgica o el asma.

Síntomas orales

Algunos niños pueden experimentar síntomas orales como picazón o hinchazón en la boca, los labios o la lengua después de entrar en contacto o ingerir un alimento alergénico. Este síntoma a menudo se conoce como síndrome de alergia oral y puede estar asociado con alergias a frutas, verduras o frutos secos.

Anafilaxia

La anafilaxia es una reacción alérgica grave y potencialmente mortal que puede afectar múltiples sistemas del cuerpo. Además de los síntomas mencionados anteriormente, la anafilaxia puede provocar dificultad para respirar, hinchazón de la cara o garganta, ritmo cardíaco acelerado, mareos, desmayos y pérdida del conocimiento. La anafilaxia requiere atención médica de emergencia inmediata y el uso de epinefrina (adrenalina) como tratamiento de primera línea.

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