Todo escolar alguna vez escuchó el rumor que su colegio fue un cementerio, en muchos de los casos era algo falso, pero para los que estudiaron en el colegio Oscar Miró Quesada de la Guerra Barrios Altos, fue real.
Las paredes del Hospital Real de San Andrés resguardan la historia de muchos ciudadanos desde 1552, una década posterior al inicio del virreinato español. El Virrey Andrés Hurtado de Mendoza fundó el nosocomio en la octava cuadra del Jirón Huallaga. El espacio centenario aún es considerado como uno de los hospitales más importantes de Lima y Perú durante la colonia. Fue hasta 1872 que funcionó como centro de salud, enfrentando varias epidemias, en especial, la de la fiebre amarilla.
En sus inicios, el gran inmueble logró ocupar toda la manzana ubicada entre los ahora jirones Huanta, Huallaga, Paruro y Miró Quesada. Actualmente solo conserva su núcleo central formado por tres patios, la capilla y las antiguas enfermerías porque los terremotos e invasiones a lo largo del tiempo han generado que se reduzca significativamente.
Después del cierre del hospital el lugar se convirtió, con el apoyo de la Beneficencia de Lima, en un hospicio para niños y niñas abandonados u huérfanos a finales del siglo XIX y funcionó ahí hasta 1974. Años más tarde se destinó el terreno para el funcionamiento del colegio público Oscar Miró Quesada de la Guerra hasta el 2007.
Estos cambios y mudanzas fueron provocados tras los grandes terremotos que vivió la ciudad. La estructura del inicial hospital se dañaba al punto que impulsaba a que sea reparado desde los suelos una y otra vez. El sitio de raíces virreinales, está construido de adobe y quincha con grandes marcos de madera que lucen detalles neocoloniales y decorado con diversos azulejos en su interior, correspondientes al siglo XX.
La actualidad
Luego de muchos años, en 2015, la Municipalidad de Lima logró llegar a un acuerdo con la Beneficencia para la recuperación el lugar y en 2019 comenzó a funcionar como el Gabinete Arqueológico de Lima. A la fecha se encuentran custodiados en el lugar miles de fragmentos de artículos históricos que el municipio ha ido hallando durante la aplicación del Plan Maestro del Centro Histórico de Lima.
Desde cerámicas prehispánicas de filiación Ychma e Inca, mayólicas y azulejos del siglo XVII-XVIII, porcelana china del siglo XVII hasta monedas provisionales de 1879 y botellas de vidrio de finales del siglo XIX – XX se encuentran custodiadas en el antiguo hospital. Según Prolima, son más de 80 mil piezas resguardadas y clasificadas por su especie, origen y color.
Uno de los descubrimientos más llamativos fue en el mismo hospital. La identificación de aproximadamente 42 entierros humanos, correspondientes al cementerio más antiguo de la capital, bajo los suelos de lo que alguna vez fue un patio para el recreo de los niños. Esto dio pie a una investigación exhaustiva para los especialistas en la materia.
El Comercio recorrió las instalaciones del antiguo nosocomio y pudo identificar, guiado por el jefe del equipo arqueología de Lima, Hector Walde, los diversos cambios que sufrió el inmueble tras sus distintos usos y los artículos históricos que acopian.