Los profesores de ingeniería forestal de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), Ignacio Lombardi Indacochea y Juan Carlos Ocaña caminan entre los árboles y cultivos que han plantado junto a sus estudiantes durante los últimos 20 años en el vivero forestal. En su camino describen la gran diversidad de esta zona única en Lima y muestran los árboles de caoba y cedro como algunos de sus tesoros. Estas son especies en peligro de extinción en el país pero aquí se mantienen protegidas.
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Esta no es una visita para conocer la biodiversidad del vivero, que según los docentes de la Facultad de Ciencias Forestales ocupa casi 25 hectáreas del campus de la Universidad Agraria. Desde hace un par de semanas, ellos han iniciado la lucha en defensa de aproximadamente 1.500 árboles y otras especies de flora y fauna que aseguran están bajo amenaza por los planes de construir una poza de acuicultura y un invernadero en siete hectáreas del vivero. Estos proyectos, afirman, están incluidos en el plan maestro 2020-2030 presentado por el rectorado de la UNALM.
“Habían rumores desde el año 2017 pero solo hemos tenido la certeza de estos planes hace unas semanas. En la universidad todo ha sido siempre consensuado pero esto es una imposición”, sostiene el profesor Ignacio Lombardi, uno de los fundadores del vivero forestal. Lombardi añade que desde hace meses solicitó una reunión con el rector de la universidad Enrique Flores Mariazza pero no tuvo respuesta.
Aunque el plan maestro aún no ha sido aprobado por la universidad, el rector mencionó hace unos días en una entrevista televisiva que los proyectos ya están en ejecución. Las siete hectáreas serán distribuidas de esta forma: dos hectáreas para implementar pozas para acuicultura para la Facultad de Pesquería y otras cinco hectáreas para los invernaderos para la Facultad de Agronomía.
—Choque de posturas—
Según precisaron las autoridades universitarias, la Agraria consta de tres campus: el primero con un área de 166 hectáreas, el segundo de 12 hectáreas y el campus número 3 (donde se ubica el vivero forestal) otras 20 hectáreas. De acuerdo a la versión de las autoridades de la Agraria, el vivero forestal solo ocupa dos hectáreas de este total. Y por ello, alegan, que los proyectos de Pesquería y Agronomía no afectarán los terrenos del vivero.
Sin embargo, los profesores y alumnos de Ciencias Forestales reiteraron que los campos del vivero alcanzan casi 25 hectáreas, debido a que esas son las zonas recuperadas por ellos a través de los años. Y es por eso que se ratifican en que los proyectos de infraestructura sí los afectará y serán removidos al menos 1.500 árboles de distintas especies, la mayoría de ellos plantados a partir del año 2003. Los docentes coinciden que hablar del “traslado" de árboles es solo un eufemismo porque estos no resistirán el cambio de lugar.
Juan Carlos Ocaña cuenta que hace 20 años los terrenos del actual vivero eran solo tierras baldías. Este espacio, relata, se formó gracias el trabajo voluntario de docentes y alumnos de la Facultad de Forestales. Recuerda también que en el año 2003 construyeron 3 kilómetros de canales de regadío y eso permitió expandir las áreas de cultivos, las variedades de especies forestales y que aparezcan diversos animales, incluidas las 66 especies de aves. “Este es un espacio único en Lima”, declara. Mientras el profesor Ignacio Lombardi indica que existe un proyecto en curso para integrar a este vivero en el circuito del futuro Jardín Botánico de Lima.
Romina Camus es estudiante de Biología y tiene un proyecto de investigación sobre una especie de lagartija que fue descubierta en esta zona. La estudiante cuenta que ganó un concurso de la universidad para financiar su investigación y por eso, que ahora le resultan contradictoria la pretensión de las autoridades universitarias de perturbar este ecosistema.
“Hay muchos terrenos vacíos en la universidad donde se podría concretar estos proyectos. No entendemos porqué se cierran en que sea construido justo aquí”, manifiesta Romina.
La joven señala las marcas blancas de tiza que dejó el grupo de topógrafos encargados de evaluar la zona donde se levantarán los proyectos. Además, apunta al cartel cerca al vivero que anuncia que ahí se construirá el Centro de Investigación e Innovación Tecnológica en pesca y acuicultura de la Facultad de Pesquería cuya inversión será de S/15 millones 637 mil 197 soles.
—Versión del rectorado—
La decisión de ejecutar los proyectos generó hace una semana la protesta de los estudiantes de la Agraria, quienes marcharon desde el campus universitario hacia avenida Javier Prado.
En una entrevista con América Noticias, el rector Enrique Flores acompañado de los decanos de las facultades de Pesquería y Agronomía, aseguró que los proyectos no provocarán que se tale ningún bosque del vivero forestal. De hecho, dijo, que los proyectos que iniciaron en el 2017 han cumplido con el análisis forestal que contemplan un “desarrollo verde y sostenible de las áreas”.
“No se va a talar ningún árbol del vivero forestal en el proceso y si hubiera alguna especie que puede haber emergido en el tiempo, existen protocolos para su traslado donde a las futuras áreas de expansión que le hemos indicado”, mencionó en la entrevista.
El Comercio solicitó una entrevista con el rector y los decanos de las mencionadas facultades pero se excusaron de responder para este reportaje porque todos no podían coincidir en la misma reunión. Sin embargo, el área de prensa de la universidad notificó que realizarán una conferencia de prensa sobre la controversia la próxima semana.
Lo que sí nos alcanzaron fue el mapa que grafica las zonas donde realizarán los proyectos. De acuerdo al rectorado el proyecto de invernadero de la Facultad de Agronomía se realizará en el lote marcado con el número 5 (ver el siguiente gráfico), mientras que el proyecto de Pesquería se realizará en el lote 8. Sostienen que los terrenos del vivero forestal se limita al lote 16.
Consultados una vez más los docentes reiteraron que la versión que brinda la universidad no es la verídica. Según su versión, los terrenos del vivero forestal ocupan casi 25 hectáreas y los proyectos en marcha sí se harán dentro de estos terrenos y afectarán un promedio de 1.500 árboles.
El profesor Lombardi señala que esta semana han presentado un pedido ante el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) para que se pronuncia sobre la intangibilidad de las especies de árboles que mantienen en esta zona. Según dice, esta respuesta podría finalmente inclinar la balanza a su favor.