
Ha vuelto a pasar. Jennifer Lopez se convirtió en el centro de todas las miradas en su última aparición pública en Nueva York. Pero lo que realmente robó el show fue la compañía que eligió JLo: por segunda vez, su hija Emme estuvo a su lado, luciendo orgullosa y radiante.
La actriz, siempre deslumbrante, no solo brilló por su imponente look, sino también por el apoyo a su amigo y colega George Clooney, quien debutó en Broadway con la adaptación de la aclamada película ’Good Night, and Good Luck’ (2005).
JLo y su hija Emme deslumbraron con su estilo único y demostraron, con sus risas, ternura y complicidad, que nada las detiene, ni siquiera las críticas injustas.

La conexión entre madre e hija va más allá de la cámara. La joven, que celebró sus 17 años en febrero, destacó con su propio estilo, sin preocuparse por las opiniones ajenas.
Para esta ocasión, Emme optó por un elegante traje de pantalón y chaqueta negro, combinado con una camisa blanca y una corbata grande. Los colores, perfectamente coordinados con el look de su madre, Jennifer Lopez, quien eligió un vestido negro con escote en V, resaltaban su impresionante figura.

Sin embargo, fue su impresionante capa blanca la que cautivó a todos los presentes. Madre e hija hicieron una entrada arrolladora en la alfombra roja, dejando una marca imborrable en todos los sentidos.












