La tercera y última entrega de “Squid Game” ya está disponible en Netflix (Foto: Netflix)
La tercera y última entrega de “Squid Game” ya está disponible en Netflix (Foto: Netflix)

Cuando apareció en Netflix en 2021, pocos imaginaron que detrás de sus coloridos escenarios y perturbadores juegos infantiles se escondía una amarga verdad social. Ahora, con el estreno de su tercera y última temporada el pasado 27 de junio de 2025, llega a su desenlace, y con él se revive también la dolorosa historia real que inspiró al personaje: la huelga de Ssangyong Motor.

El creador de la serie, Hwang Dong-hyuk, ha confesado en que su obra nace del “espíritu de la época”, y que la desesperación económica que atraviesa Gi-hun es un reflejo de la experiencia vivida por miles de trabajadores coreanos que, como los empleados de Ssangyong, fueron víctimas del sistema. Hwang tradujo el colapso de la clase media en una metáfora despiadada: competir por sobrevivir, incluso al precio de perder la humanidad.

¿QUÉ FUE LA HUELGA DE SSANGYONG MOTOR?

La huelga de Ssangyong Motor en 2009 fue más que un conflicto laboral. Fue una tragedia humana. Tras la quiebra de la empresa china SAIC, que tenía la mayoría de acciones de Ssangyong, miles de trabajadores surcoreanos fueron despedidos. Más de 900 empleados ocuparon la planta de Pyeongtaek en señal de protesta, en un acto de resistencia que duró 77 días y terminó con una violenta intervención policial.

Las consecuencias fueron devastadoras. Además de los despidos y represalias legales, muchos de los huelguistas enfrentaron la ruina financiera. Algunos se suicidaron; otros vivieron marginados, imposibilitados de volver a trabajar. En total, entre 2009 y 2018, al menos 43 trabajadores y familiares se quitaron la vida como resultado directo del conflicto. Este es el mundo real del que nace “El Juego del Calamar”.

En la serie, este pasado trágico se ve reflejado cuando Gi-hun recuerda su participación en una huelga en la ficticia “Dragon Motor”, un nombre que alude directamente a Ssangyong, que en coreano significa “dragones gemelos”. La escena es breve, pero cargada de simbolismo: una lucha entre obreros y policías, una promesa de justicia que se diluye entre gases lacrimógenos y traiciones internas.

Manifestantes protestan contra Ssangyong Motors el 25 de julio de 2009 en Corea del Sur (Crédito: AFP)
Manifestantes protestan contra Ssangyong Motors el 25 de julio de 2009 en Corea del Sur (Crédito: AFP)

¿QUÉ DIJERON LOS HUELGUISTAS DE SSANGYONG MOTOR SOBRE “EL JUEGO DEL CALAMAR”?

Lee Chang-kun, uno de los líderes sindicales de aquella huelga, expresó en 2024 su frustración por la forma en que la serie transformó su experiencia en entretenimiento. “Muchos han perdido la vida”, declaró a . “Nuestra historia se convirtió en un simple recurso narrativo, cuando en realidad aún vivimos sus consecuencias”, agregó. Sus palabras son un llamado de atención a quienes celebran la serie sin comprender del todo su trasfondo.

Y es que “El Juego del Calamar” no se limita a reflejar la desigualdad desde la ficción: la disecciona con crudeza. Los juegos mortales son una alegoría de un sistema que obliga a los más vulnerables a competir por migajas, mientras unos pocos observan desde lo alto. Gi-hun, como los huelguistas de Ssangyong, se enfrenta a una encrucijada donde la única forma de seguir adelante parece ser traicionar sus propios principios.

¿“EL JUEGO DEL CALAMAR” SE INSPIRÓ EN ALGO MÁS?

Además de la huelga, la serie toma inspiración de otras fuentes culturales. Hwang ha mencionado en entrevistas su afición por mangas como Battle Royale y Liar Game, que exploran la psicología de la supervivencia en contextos extremos. Sin embargo, el ingrediente que distingue a “Squid Game” es su anclaje en la realidad: en las penurias cotidianas que millones de personas enfrentan en sistemas económicos profundamente desiguales.

La tercera temporada profundiza en el costo humano de ese sistema, llevando a Gi-hun a enfrentarse no solo con los organizadores de los juegos, sino con su propio pasado. Es un cierre que no solo busca respuestas, sino que también confronta al espectador con las preguntas más difíciles: ¿qué estarías dispuesto a hacer por dinero?

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SOBRE EL AUTOR

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.

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