
Casi dos años después de cerrar sus puertas, la Academia de “Operación Triunfo” volvió a encender luces, cámaras y sueños. Dieciocho jóvenes llegaron con las maletas cargadas de ilusiones, dispuestos a convertirse en los próximos referentes de la música. Sin embargo, como recordaba la jurado Leire Martínez, la gala 0 siempre tiene un sabor agridulce: algunos entran al paraíso del aprendizaje y otros se quedan, dolorosamente, a las puertas.
El regreso del formato, emitido nuevamente por Prime Video y presentado por Chenoa, revivió la emoción de ver a jóvenes talentos luchar por un lugar en la historia del programa. Y aunque 16 de ellos cruzaron la pasarela hacia la academia, dos nombres quedaron marcados como los grandes ausentes: Sam y Quique.

ASÍ FUE LA ELIMINACIÓN DE SAM Y QUIQUE
La tensión se palpaba cuando, después de conocerse a los 15 primeros seleccionados, fueron Sam, Iván Rojo y Quique quienes quedaron a merced de la audiencia. El público tenía en sus manos la decisión final, y con más de 600.000 votos registrados a través de la app oficial, se convirtió en uno de los momentos más comentados de la noche.
Finalmente, Iván Rojo fue el elegido, desatando lágrimas y celebraciones en su entorno. Pero justo al otro lado del escenario, el sueño de Sam y Quique parecía desvanecerse en cuestión de segundos. Dos jóvenes que, pese a no haber conseguido su entrada al concurso, ya habían demostrado talento, entrega y una personalidad artística que merecía ser escuchada.

EL SENTIDO MENSAJE DE CHENOA
Chenoa, con la experiencia de quien sabe lo que significa esa primera caída, intentó insuflar ánimo a los eliminados: “Aquí hay muchas ventanas que se pueden haber abierto. Tengo mucha fe en que lo que sucede es por algo”, les dijo. Su mensaje no solo fue un abrazo simbólico para Sam y Quique, sino también un recordatorio de que la música siempre ofrece segundas oportunidades.
Sam, con su frescura escénica, había conquistado a muchos espectadores en redes sociales, quienes no dudaron en lamentar su salida. Quique, por su parte, había mostrado una sensibilidad vocal que prometía madurar dentro de la academia. Ninguno de los dos se fue en silencio: lo hicieron con la dignidad de artistas en ciernes, sabiendo que la visibilidad alcanzada en una sola gala ya les abre puertas fuera de OT.
“En Operación Triunfo, el mayor triunfo es el aprendizaje”, insistió Chenoa al despedirlos. Y quizá esa sea la clave: Sam y Quique no perdieron, simplemente comenzaron a andar por un camino diferente. El escenario de OT 2025 fue solo el primer peldaño de una carrera que, con disciplina y perseverancia, puede tener un recorrido más allá de un reality.
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