
En medio de los devastadores incendios que han azotado Los Ángeles, una historia de esperanza está tomando fuerza: la de los voluntarios que no solo luchan contra las llamas, sino que también están ayudando a reunir a las mascotas perdidas con sus dueños. Para muchos, sus animales son parte de la familia, y perderlos en una crisis como esta puede ser aún más doloroso que perder una casa. Afortunadamente, un grupo de héroes anónimos se ha dedicado a hacer todo lo posible para devolverles a esos animales a su hogar.
Niki Dawson forma parte de un grupo de voluntarios generosos que se han movilizado desde que una serie de incendios forestales arrasaron varias áreas de Los Ángeles el 7 de enero. En una entrevista con la revista People, Niki compartió el rol crucial que ha desempeñado junto a decenas de otros voluntarios en medio de esta tragedia.
Después de casi dos semanas buscando animales en las zonas devastadas por los incendios en Los Ángeles, Niki Dawson ya no sabe ni qué día es. Pero lo que sí recuerda perfectamente es el momento en que logró reunir a un gato llamado Ziggy con su dueña, Sheila Swarts, una mujer mayor que, antes de tener que huir de su casa en Pacific Palisades, no había podido atrapar a su querido gato.

“Se podía ver la expresión de alivio en su rostro”, dice Dawson, un voluntario del grupo Paws Of War , que proporciona perros a soldados que sufren de trastorno de estrés postraumático (TEPT), quien encontró a Ziggy escondida debajo de una cama dentro de la residencia de Swarts, cubierta de cenizas, pero aún en pie.
“En todas mis conversaciones con ella, se había mostrado muy estoica”, afirma. “Pero en cuanto vio a Ziggy, esa fachada se derrumbó y bajó la guardia”.
Dawson es parte de un grupo de voluntarios que se han lanzado a la acción desde que los incendios forestales masivos empezaron a arrasar varias zonas de Los Ángeles el 7 de enero.
En medio de tanta destrucción y sufrimiento, estos voluntarios han sido una fuente de esperanza y consuelo para miles de residentes que no sabían qué había sido de sus mascotas.

Algunos tuvieron que abandonar sus hogares tan rápido que ni siquiera pudieron llevar a sus animales con ellos, atrapados por el pánico. Otros ni siquiera pudieron llegar a sus casas antes de que las autoridades cerraran los vecindarios, mientras las llamas arrasaban todo lo que encontraban a su paso.
En muchos aspectos, la historia de Ziggy es similar a la de otras tantas búsquedas que Dawson (quien, además, ha entregado máscaras de oxígeno a los animales heridos durante los incendios) ha llevado a cabo desde que comenzaron los incendios forestales.












