La historia de Katie Wood, una joven de Tennessee en Estados Unidos, ha llamado la atención de las redes y generado todo tipo de comentarios. Aunque no está embarazada, carece de citas y no tiene certeza sobre si la maternidad está en su futuro inmediato, posee un ático abarrotado de ropa de bebé. A sus 32 años, y sin una pareja estable, comparte que su principal motivación para esta peculiar práctica radica en su firme pasión por el ahorro, convirtiendo la preparación para una eventual maternidad en una algo arraigado en su día a día.
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La historia de Wood comenzó cuando empezó a ahorrar para su sobrina Isla, de 5 años, y su sobrino Ian, de 13 meses. Gradualmente, decidió reservar algunos hallazgos para sus posibles futuros hijos, con la esperanza de ahorrar dinero si algún día llegan a nacer.
Su ático alberga una caja con más de 20 prendas de ropa para bebés, junto con zapatos, cuidadosamente conservados con bolsas de sílice.
La joven abogada está abierta a discutir esta práctica con futuras parejas, y cuenta con el apoyo de amigos y familiares.
Desde su infancia, Wood ha sido una buscadora de gangas, influenciada por su familia numerosa y el hábito de explorar ventas de garaje. A pesar de haber rechazado la ropa usada durante su adolescencia, más tarde retomó esta práctica durante la universidad para acceder a prendas de mejor calidad a precios menores.
Se dedica a buscas las mejores prendas en contenedores de tiendas benéficas
Su habilidad para encontrar joyas en los contenedores de tiendas benéficas le ha permitido acceder a prendas que valen mucho más de lo que paga por ellas. Este enfoque se intensificó cuando nació su sobrina en 2019, y se duplicó con el nacimiento de su sobrino cuatro años después.
A pesar de su inicial negativa a tener hijos, el amor por su sobrina abrió una nueva perspectiva en ella, llevándola a considerar la posibilidad de ser madre en el futuro. Desde entonces, ha dedicado esfuerzos a preparar el terreno, imaginando estilos y preferencias para sus hipotéticos retoños, priorizando la durabilidad y evitando marcas de moda efímera.
“Hasta que nació mi sobrina, estaba decidida a no tener hijos. Pero la amaba tanto que solo podía imaginar cómo sería amar a un hijo propio”, dijo la estadounidense en conversación con SWNS.
“Me di cuenta de que tenía que mantener la mente abierta y comencé a guardar la ropa para que mis futuros hijos pudieran usarla”, agregó.
Aunque guarda la ropa con la esperanza de que sus hijos algún día la usen, Wood está dispuesta a compartir su reserva en baby showers si la situación lo requiere, aunque admite que esta posibilidad la entristece un poco.
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