
Al momento de armar una tabla de quesos para decorar una mesa especial de celebración o pasar un grato momento con amigos y familia por la noche, lo primero que se piensa es en los diferentes tipos de productos lácteos que se van a lucir, los fiambres y hasta las frutas, pero no siempre se toma en cuenta que las tostadas o panes no son lo único que puede hacer un buen ‘match’. Hoy te explico qué más puedes incluir y qué tipo de galletas son las ideales para crear un buen maridaje con los vinos de tu preferencia.
Si te toca armar esta bandeja con una amplia gama de quesos, lo primero que te puedo recomendar es que elijas entre frescos, semicurados y curados, azules, parmesano, camembert, manchego, brie, entre otros. Estos los puedes presentar en cuña o rectángulo conservando la corteza.
Además, deberás pensar en los demás ingredientes que añadirás y donde tu creatividad no solo permitirá que sea más vistosa, sino del gusto de los comensales, incluyendo productos de temporada para crear una combinación de sabores y texturas que marquen tu reunión en casa, cena romántica o evento elegante.
¿Qué galletas se usan para las tablas de quesos?
El éxito de una tabla no solo radica en los tipos o cantidad de quesos y fiambres que pongas, sino en los acompañamientos que permitirán balancear el sabor, aportar color y textura; además de sostener algunos elementos al llevarlos a la boca.
Si bien hay panes que son el acompañante perfecto para cada tipo de queso o carnes frías con el que podrás armar una especia de tapa, hay algunas galletas saladas o dulces que crean una experiencia perfecta.
Este factor crujiente presente en palitos de pan, tostadas, chips, pretzels o pequeñas galletas hará que más de uno se sienta tentado a seguir comiendo y ponerlas en tu tabla te ayudará a rellenar algunos espacios. Aquí te explico por qué deberías optar por las galletas con hierbas, semillas y especias ya que son una opción deliciosa y aromática.

Cómo crear un buen maridaje de galletas y vino en tu tabla de quesos
- Galletas saladas donde destaquen el aceite de oliva, romero y sal marina. Hacen un buen maridaje con un vino blanco seco con notas herbales (Vermentino o Sauvignon Blanc)
- Galletas saladas con sabor a mix de ajíes encuentran balance en espumosos como el brut nature o rosado espumante, cuyas burbujas limpian el paladar y celebran el contraste.
- Galletas salada sabor a cebolla caramelizada se potencian con tintos suaves y frutales como un Garnacha o Tempranillo que aportan frescura y una nota terrosa que redondea el bocado.
- Galletas saladas sabor a queso cheddar va muy bien con vinos con estructura como el blanco con cuerpo o tinto de media crianza (Chardonnay o Merlot).
Ya sea en una cata informal, un picnic o una reunión entre amigos donde haya una tabla de quesos, estas combinaciones brindan una experiencia sensorial donde el placer y el bienestar se encuentran, combinando de forma deliciosa con distintos tipos de vino. “Lejos de ser una simple alternativa, estas versiones gluten free se han convertido en protagonistas de momentos gourmet, demostrando que es posible unir salud, sabor y sofisticación en un solo bocado”, explican los especialistas de Fika.












