
La posibilidad de que un asteroide de grandes proporciones se estrelle contra la Tierra es remota, pero existe. Es por ello que astrónomos, como parte de la defensa planetaria, desarrollan medidas con el objetivo de evitar un impacto que podría tener consecuencias catastróficas para la vida en nuestro mundo. Con telescopios vigilan los cielos en búsqueda de cualquier cuerpo celeste que podría resultar siendo una amenaza. Actualmente los ojos del mundo están en el cometa interestelar 3I/ATLAS que ha llegado desde más allá de la frontera del Sistema Solar. Sin embargo, hay otro cuerpo celeste que despertó la inquietud de la comunidad científica.
Se trata de 2024 YR4, un asteroide que alcanzó notoriedad a inicios del año, cuando en las primeras observaciones los científicos estimaron que tenía una probabilidad relativamente alta de chocar contra la Tierra en 2032.
La aparición de 2024 YR4, un asteroide de unos 55 metros, es decir, con la capacidad de destruir una ciudad, acaparó los titulares debido a que fue la primera vez que se activó el protocolo de Defensa Planetaria de Naciones Unidas, y es que la probabilidad de impacto alcanzó un máximo de 3.1%, el nivel más alto registrado a la fecha.

Sin embargo, conforme los astrónomos estudiaban al cuerpo celeste, las probabilidades de impacto contra la Tierra fueron disminuyendo hasta llegar a 0.28%.
¿2024 YR4: asteroide impactará con la Luna?
Si bien la colisión contra nuestro mundo se ha descartado, los astrónomos han seguido estudiando a 2024 YR4 y se llegó a la conclusión de que el asteroide tiene una probabilidad alta de impactar contra la Luna: 4.3% de acuerdo a la NASA.

¿Qué ocurriría si el asteroide impacta contra la Luna?
Los investigadores predicen que se liberaría 6.5 MT de energía y produciría un cráter de aproximadamente 1 km de diámetro. De igual modo, se producirían eyecciones lunares. Se levantaría regolito, que es la capa superior de polvo y pequeñas piedras de la superficie lunar. Esto provocaría que aumente sustancialmente los restos de micrometeoroides en la órbita baja terrestre. “Estimamos que, al exceder la velocidad de escape lunar, se podrían hasta liberar 10^8 kg de material lunar en dicho impacto”, indicaron los autores del estudio The Potential Danger to Satellites due to Ejecta from a 2032 Lunar Impact by Asteroid 2024 YR4, el cual fue publicado en Arxiv.
Se cree el choque de 2024 YR4 contra la Luna podría resultar en una amenaza para los astronautas y las misiones espaciales. Y es que las pequeñas piedras, pese a su tamaño, sí pueden perforar desde trajes espaciales hasta las naves.
“Dependiendo de la ubicación real del impacto en la Luna, hasta un 10 % de este material podría acrecentarse a la Tierra en escalas de tiempo de unos pocos días. La fluencia de partículas asociadas a la eyección lunar, con tamaños de 0,1 a 10 mm, podría producir más de años, o incluso una década, de exposición equivalente al impacto de meteoroides de fondo en satélites en el espacio cercano a la Tierra a finales de 2032”, detallaron.

¿Qué se puede hacer?
Los científicos están considerando todas las opciones para defender a la Luna. Las posibilidades van desde tratar de desviar al asteroide utilizando una nave espacial o, incluso, lanzar un arma nuclear contra el 2024 YR4.
Ya la NASA ha probado con éxito la posibilidad de desviar un asteroide. Fue con la misión DART que permitió desviar al asteroide Dimorphos.
No obstante, los propios investigadores reconocen que cualquier acción de desvío o destrucción implica riesgos. Y es que cualquier error de cálculo, sobre todo considerando que no se conoce la masa exacta del asteroide, podría empujar a 2024 YR4 contra la Tierra.
En un inicio, la idea de los astrónomos es fragmentar al asteroide. Para ello se tendría que enviar una nave espacial a fin de destruir a 2024 YR4. La otra posibilidad es la opción nuclear. En este escenario, que podría parecer guion de Hollywood, la NASA detonaría un arma nuclear propulsada por cohete sobre el asteroide o cerca de él antes de su aproximación. El método es teóricamente posible, pero nunca ha sido probado.
Para los investigadores, los resultados de su estudio demuestran que las consideraciones de defensa planetaria “deberían extenderse más ampliamente al espacio cislunar y no limitarse únicamente al espacio cercano a la Tierra”.
Por el momento, las probabilidades de impacto en la Luna son solo de 4%. Se espera que en 2028, cuando el asteroide vuelva a estar en nuestra visión, los científicos podrán determinar la masa y otros datos importantes para confirmar si será necesaria alguna misión especial contra 2024 YR4.
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