
Conforme pasan los años, uno de los mayores deseos de las personas es envejecer manteniendo nuestras capacidades cognitivas. Sin embargo, cerca de 7 millones de estadounidenses viven con Alzheimer y se espera que para el 2050 este número se haya casi duplicado. No es extraño que científicos intenten hallar una cura para esta enfermedad o buscar una forma para evitar que se desarrolle. Es así que un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego y la Universidad Wake Forest ha revelado que hay un método que puede ayudar a disminuir el declive del deterioro cognitivo en las personas en riesgo de sufrir Alzheimer.
La clave está en moverse
De acuerdo con los investigadores, tanto el ejercicio de intensidad baja como la moderada-alta podrían ser herramientas valiosas en la lucha contra el Alzheimer. La nueva investigación, publicada en dos artículos en Alzheimer’s and Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association, describe los resultados del estudio EXERT (Ejercicio en adultos con problemas de memoria leves), un ensayo clínico multicéntrico de ejercicio de intensidad baja o moderada-alta enfocado en adultos mayores sedentarios con deterioro cognitivo leve amnésico, un notable riesgo para la demencia de Alzheimer.

Los autores también compararon los resultados que obtuvieron con los datos de personas que solo recibieron atención estándar, como chequeos y tratamientos regulares con proveedores de atención médica y administración de medicamentos. Los resultados obtenidos fueron sorprendentes:
- En los participantes de EXERT, la función cognitiva se mantuvo estable en los grupos que realizaron ejercicios, tanto de baja y moderada-alta intensidad, durante 12 meses.
- Ambos grupos exhibieron un deterioro cognitivo considerablemente menor en comparación con quienes no realizaron ningún ejercicio.
- Asimismo, los dos grupos de EXERT mostraron menor pérdida de volumen cerebral tras un año, incluidos cambios en la corteza prefrontal.
Las personas con deterioro cognitivo leve amnésico poseen un alto riesgo de desarrollar demencia tipo Alzheimer, alcanzando aproximadamente el 16% anualmente.

Al respecto, el doctor Aladdin Shadyab, uno de los autores principales de la investigación subrayó la importancia de intervenir en esta fase. “Este es un momento crucial para intervenir en esta población, ya que aún no padecen demencia, pero tienen un riesgo muy alto”, declaró el también profesor asociado de la Escuela de Salud Pública y Ciencias de la Longevidad Humana Herbert Wertheim y de la Facultad de Medicina de la UC San Diego. “En conjunto, estos hallazgos nos demuestran que incluso el ejercicio de baja intensidad puede ralentizar el deterioro cognitivo en adultos mayores en riesgo”, agregó el científico.
A pesar de estudios anteriores que sugerían efectos positivos del ejercicio, la evidencia ha sido incierta, lo que resaltaba la necesidad de investigaciones adicionales bien fundamentadas. El estudio EXERT, bajo la dirección del Estudio Cooperativo sobre la Enfermedad de Alzheimer (ADCS) de la UC San Diego y en asociación con la Escuela de Medicina de Wake Forest, permite ir llenando este vacío.
Quiénes participaron en el estudio
EXERT incluyó a casi 300 adultos mayores sedentarios con deterioro cognitivo leve, quienes fueron asignados aleatoriamente a entrenamiento aeróbico de intensidad moderada-alta o a actividades de estiramiento, equilibrio y rango de movimiento de menor intensidad. Los participantes completaron el ejercicio asignado de 3 a 4 veces por semana durante 12 meses bajo la supervisión de un entrenador de la YMCA. El estudio también incluyó evaluaciones regulares de la función cognitiva y el volumen cerebral.
En general, la investigación sugiere que el ejercicio puede ser una estrategia prometedora, segura y viable para promover la salud cerebral, y de esa forma prevenir el deterioro cognitivo en los adultos mayores.
“Si bien aún queda mucho por aprender, estos hallazgos demuestran que el ejercicio regular de intensidad, incluso a baja intensidad, podría contribuir significativamente a ayudar a los adultos mayores a ralentizar o retrasar el deterioro cognitivo, lo cual es una noticia prometedora para quienes tienen un alto riesgo de demencia”, sentenció Shadyab.













