Los niños pasan, en promedio, entre siete y ocho horas al día frente a pantallas, causando efectos que todavía no entendemos completamente según un experto. “El tiempo frente a pantallas se ha convertido en la nueva pandemia y está arruinando nuestros ojos y cerebros”, explicó el doctor Bryce Appelbaum, optometrista certificado en North Bethesda, Maryland.
Appelbaum señaló en conversación con el New York Post que este problema no solo afecta el desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños, sino también su visión. Además, cree que podría estar relacionado con el aumento de problemas de conducta.
“Nos enfocamos tanto en las pantallas que perdemos la visión periférica, desarrollamos una especie de visión en túnel y eso activa la liberación de dopamina en el cerebro, lo que hace que queramos volver una y otra vez”, dijo.
Los expertos coinciden en que el uso excesivo de pantallas puede afectar el desarrollo de los niños. (Foto referencial: Freepik)
Las pantallas pueden ser adictivas, pero el problema más preocupante para Appelbaum es cómo afectan a los ojos de los niños, que aún están en pleno desarrollo. Explicó que, cuando hay problemas de visión funcional, los síntomas pueden parecerse mucho a los del TDAH. “La visión está diseñada para guiarnos en el movimiento, no para quedarnos mirando una pantalla todo el día”, comentó.
La visión de un niño no está diseñada para mirar pantallas por tanto tiempo
El uso excesivo de pantallas tensa los músculos internos de los ojos, que son los que ayudan a enfocar. “Cuando pasamos demasiado tiempo frente a pantallas, esos músculos literalmente se bloquean y se quedan bajo tensión”, afirmó. “Los niños no tienen el desarrollo cerebral y visual necesario para estar mirando pantallas tanto tiempo”.
Según Appelbaum, esto está provocando que muchos niños desarrollen miopía, problemas de salud mental, dificultades para percibir la profundidad y menos conexión con otras personas. “Estamos atrapados en estos dispositivos 2D, a solo unos centímetros de nuestros ojos, recibiendo una luz de alta energía que afecta nuestro sistema visual”, explicó.
El uso de pantallas no solo afecta el desarrollo cognitivo, sino también la visión. (Foto referencial: Freepik)
Estudios anteriores publicados en JAMA Pediatrics sugieren que los niños menores de 3 años no deberían tener acceso a pantallas, ya que pueden causar retrasos en su desarrollo. Investigadores de la Universidad de Drexel también encontraron que los bebés expuestos a pantallas mostraban comportamientos sensoriales atípicos, relacionados con trastornos como el autismo o el TDAH.
Appelbaum advierte que el uso excesivo de pantallas afecta el desarrollo de la visión funcional, impidiendo que los ojos trabajen en conjunto para enfocar y coordinarse. Un problema común, conocido como insuficiencia de convergencia, suele confundirse con síntomas similares al TDAH. “Un niño puede enfocar bien por 30 segundos, pero si su coordinación visual es frágil, será inquieto o solo escuchará al maestro con los oídos, no con los ojos”, explicó.
¿Qué pueden hacer los padres?
El primer paso es reducir el tiempo de pantalla. Un estudio de 2024 demostró que hacerlo mejora el manejo de emociones y las relaciones sociales. También es clave promover la actividad física, los descansos visuales y el parpadeo frecuente. “Los ojos son músculos: si aprietas el puño mucho tiempo, te dolerá. Pero si lo relajas y repites eso, liberas tensión”, dijo Appelbaum.
Los expertos recomiendan limitar el uso de pantallas, especialmente en niños pequeños, para proteger su desarrollo cognitivo, emocional y social. (Foto referencial: Freepik)
Además, recomienda lentes digitales especiales que ayudan a los ojos en desarrollo. “Si entrenas la conexión ojo-cerebro, mejoras el enfoque, la coordinación y el procesamiento visual. Así, las pantallas no serán tan dañinas para el desarrollo”, concluyó. “Puedes desarrollar una base visual sólida para vivir en este mundo digital, solo requiere entrenamiento mental y visual.”
Cuánto tiempo puede estar un niño frente a una pantalla
Según MedlinePlus, el tiempo que un niño debe pasar frente a pantallas (televisores, tablets, teléfonos, etc.) varía con la edad. Para los bebés y niños pequeños menores de 18 a 24 meses, se recomienda evitar el tiempo de pantalla por completo. A esta edad, la interacción humana directa y el juego son cruciales para su desarrollo cerebral y social.
Para los niños de 2 a 5 años, el mencionado portal sugiere limitar el tiempo de pantalla a una hora o menos al día de programas de alta calidad o contenido educativo. Es necesario que los padres estén presentes y participen, viendo el contenido con ellos y hablando sobre lo que ven. Esto ayuda a los niños a entender lo que están viendo y a desarrollar habilidades de pensamiento crítico, en lugar de solo consumir pasivamente.
Para los niños en edad escolar (6 años en adelante) y adolescentes, MedlinePlus no señala un límite de tiempo estricto, sino que se enfoca en establecer límites consistentes y razonables. La clave es asegurarse de que el tiempo de pantalla no interfiera con actividades importantes como el sueño, la actividad física, el estudio o las interacciones sociales. Es importante fomentar un equilibrio y priorizar actividades sin pantalla para un desarrollo saludable.
