
El misterioso objeto interestelar 3I/ATLAS sigue desconcertando a los astrónomos. Nuevas imágenes revelan que no presenta una cola cometaria, un elemento que debería estar visible si se tratara de un cometa convencional. Esta ausencia podría descartar la explicación más común sobre su misteriosa aceleración no gravitacional, observada la semana pasada.
Las fotografías, tomadas el 5 de noviembre por el Observatorio R. Naves en España, muestran un objeto completamente limpio, sin el rastro de polvo o gas que normalmente se desprende cuando un cuerpo celeste pasa cerca del Sol.
De acuerdo con el astrofísico de Harvard Avi Loeb, alrededor del 13% del núcleo del objeto debería haberse desprendido y formado una cola visible, teniendo en cuenta sus 33 mil millones de toneladas de masa.
Sin embargo, la falta total de una cola llevó a Loeb a plantear nuevamente una hipótesis audaz: que 3I/ATLAS podría no ser un cometa natural, sino una nave de origen artificial.

“Para un cometa típico, el paso cerca del Sol debería generar una enorme nube de polvo y gas, empujada por el viento solar hasta formar una cola que apunta en dirección opuesta al Sol”, explicó el científico en un nuevo artículo publicado en su blog. “En cambio, este objeto se muestra intacto y como una fuente de luz compacta”.
El astrofísico señaló que las imágenes fueron tomadas con un ángulo de 10 grados respecto al Sol, lo que podría explicar parcialmente por qué no se observa la cola.
Aun así, aclaró que a medida que 3I/ATLAS continúe su trayectoria y cambie el ángulo de observación, será posible obtener mediciones más detalladas.
“Esto ofrecerá una prueba clara sobre la naturaleza de 3I/ATLAS en las próximas semanas”, dijo Loeb en conversación con el New York Post.

“Si se trata de un cometa natural, debería estar rodeado por una nube masiva de gas que contenga al menos el 13 % de la masa original de su núcleo”, añadió.
Loeb sostiene que, si el objeto no desarrolla una cola en las próximas observaciones, no podría considerarse un cometa natural. Esta conclusión reforzaría la posibilidad de que se trate de una estructura artificial, como ya sugirió el propio Loeb en estudios anteriores sobre otros objetos interestelares.
Actualmente, 3I/ATLAS se aleja del campo de observación terrestre y se dirige hacia Júpiter, al que se acercará el 16 de marzo. El cuerpo fue detectado por primera vez al ingresar al sistema solar el 14 de junio.

Dos sondas espaciales, una de la NASA y otra de la Agencia Espacial Europea (ESA), continuarán observando el comportamiento del objeto durante esta última fase de su recorrido.
Mientras tanto, la comunidad científica espera con ansias la publicación de las imágenes captadas por la cámara HiRISE del orbitador de Marte, que se espera sean las más detalladas hasta ahora; no obstante, su difusión permanece en pausa debido al actual cierre del gobierno estadounidense.
Avi Loeb no descarta que el 3I/ATLAS sea “mucho más” que un simple cometa
Las afirmaciones de Avi Loeb, sobre un posible origen artificial del cometa interestelar 3I/ATLAS, no son nuevas. Desde hace varios meses, el astrofísico sostiene que el cuerpo celeste podría ser “mucho más” que un cometa común.
Según el experto, el comportamiento del objeto no coincide con ningún cuerpo natural observado hasta ahora en el espacio, lo que abre la posibilidad de que tenga un origen tecnológico.
Mediante su blog, Loeb reportó que el 3I/ATLAS está expulsando una aleación de níquel puro sin rastros de hierro, un material que no se encuentra de forma natural en cometas de nuestro sistema solar. Este metal se utiliza en la industria moderna para la fabricación de componentes de alta tecnología, lo que levantó sospechas sobre su procedencia.
Además, el objeto mostró un fenómeno conocido como “anti-cola”, un chorro de partículas que, en lugar de alejarse del Sol como en cualquier cometa, apunta directamente hacia él.

Loeb afirma que este comportamiento podría tratarse de una especie de mecanismo de propulsión o maniobra controlada.
Otro dato que alimenta el misterio es su trayectoria hiperbólica. A diferencia de los cometas tradicionales, que orbitan alrededor del Sol, 3I/ATLAS viene desde el espacio interestelar y abandonará el sistema solar para no regresar jamás.
Lo anterior indica que el cuerpo celeste no forma parte de nuestro vecindario cósmico y podría ser un visitante artificial “enviado” desde otra civilización.
Para el experto, ignorar las anomalías de este objeto sería un error científico. Por eso, insiste en que es fundamental observarlo con el máximo detalle posible antes de que se aleje definitivamente y perdamos la oportunidad de descubrir si realmente estamos ante una señal de otra civilización.
¿Por qué se dice que el 3I/ATLAS es una auténtica “máquina del tiempo”?
El objeto interestelar 3I/ATLAS es considerado una “cápsula del tiempo” debido a su inmensa edad y su origen. Los astrónomos estiman que puede tener hasta 10.000 millones de años, haciéndolo mucho más antiguo que nuestro propio Sistema Solar (de 4.600 millones de años).
El 3I/ATLAS no proviene de nuestro vecindario estelar, sino de una de las regiones más antiguas de la Vía Láctea, probablemente el disco grueso galáctico, que alberga las estrellas más longevas.
Al ser un cometa, el 3I/ATLAS está compuesto de hielo, polvo y gases que se han mantenido prácticamente inalterados desde el momento de su formación. Esto significa que lleva consigo material primordial de las etapas iniciales de la galaxia.
Al estudiar su composición, los científicos pueden obtener información directa sobre las condiciones físicas y químicas del universo hace miles de millones de años.
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