
La turbulencia no siempre viene del cielo. A veces, las tormentas políticas tienen un impacto mucho mayor que cualquier fenómeno meteorológico. La aerolínea canadiense Flair Airlines tomó la decisión de cancelar sus vuelos a Nashville, Tennessee, este verano. La causa no es una baja demanda o problemas operativos, sino el deterioro en las relaciones políticas entre Estados Unidos y Canadá. Kim Bowie, directora de comunicaciones de Flair, confirmó la cancelación, marcando el fin de la única ruta de la aerolínea hacia Tennessee.
LA PREOCUPACIÓN DE TENNESSEEE
Mark Ezell, comisionado del Departamento de Desarrollo Turístico de Tennessee, informó que la decisión de Flair representa la pérdida de aproximadamente 18,000 escaños hacia Nashville. “Vemos que los viajeros reaccionan rápidamente a las noticias políticas, y luego vemos que un gran marketing supera ese asentamiento de viajeros”, señaló durante una reunión del Comité de Finanzas, Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes de Tennessee
Sin embargo, se mostró optimista sobre la capacidad del estado para atraer visitantes gracias a su rica oferta de atracciones icónicas. “¿De verdad quieres perderte las Montañas Humeantes? ¿De verdad quieres perderte Graceland?”, agregó Ezell.

¿POR QUÉ FLAIR AIRLINES TOMÓ ESTA DECISIÓN?
Detrás de esta cancelación yace un conflicto político que ha escalado rápidamente desde la segunda victoria electoral de Donald Trump. La imposición de aranceles generalizados sobre productos canadienses provocó una respuesta airada por parte de Canadá.
El ambiente se ha caldeado hasta el punto de que el himno nacional estadounidense ha sido abucheado en partidos de la Liga Nacional de Hockey (NHL) y la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA) en suelo canadiense. Incluso productos emblemáticos de Estados Unidos, como el whisky de Tennessee, fueron retirados de los estantes en Canadá.
CADA VEZ MENOS CANADIENSES VIAJAN A EE. UU.
La agencia de viajes Flight Centre Travel Group Canada informó que los viajes de placer de canadienses a Estados Unidos cayeron un 40% el mes pasado en comparación con el mismo periodo del año anterior. “Los canadienses están furiosos”, declaró el exprimer ministro Justin Trudeau a inicios de marzo.
Según Trudeau, los ciudadanos están optando por evitar destinos tradicionales como Florida y Old Orchard Beach, mientras que los productos estadounidenses están siendo reemplazados por opciones nacionales.

OTRAS AEROLÍNEAS TAMBIÉN TOMARON MEDIDAS
Air Canada, por su parte, anunció que reducirá la frecuencia de sus vuelos hacia Arizona, Florida y Nevada. WestJet también registró una migración significativa de reservas de Estados Unidos hacia destinos en México y el Caribe. Sunwing Airlines tomó una postura más drástica, cancelando todos sus vuelos a Estados Unidos, mientras que Air Transat redujo su programación hacia el país vecino. La respuesta de Porter Airlines también fue contundente, eliminando la publicidad de vuelos a Estados Unidos por temor a la percepción negativa entre los canadienses.
Las tensiones políticas entre Canadá y Estados Unidos han transformado la industria turística de maneras inesperadas. El turismo ha sido, durante décadas, un puente de entendimiento y conexión entre ambas naciones. Sin embargo, las decisiones políticas recientes parecen estar rompiendo ese vínculo, al menos temporalmente. La cancelación de vuelos y el cambio de comportamiento entre los viajeros canadienses reflejan una fractura que va más allá de lo económico: es una cuestión de orgullo y dignidad nacional.











