La prevención comienza en casa. Lavarse las manos, ventilar espacios y usar mascarilla en zonas de riesgo puede marcar la diferencia. | Foto de Sasun Bughdaryan en Unsplash / Google Maps / Composición Mag
La prevención comienza en casa. Lavarse las manos, ventilar espacios y usar mascarilla en zonas de riesgo puede marcar la diferencia. | Foto de Sasun Bughdaryan en Unsplash / Google Maps / Composición Mag

Miami, una vibrante ciudad costera conocida por su sol, su vida nocturna y su atractivo global, se enfrenta en 2025 a una amenaza poco conocida pero creciente: una compleja red de riesgos para la salud que afecta tanto a residentes como a visitantes. Desde el aumento de las enfermedades infecciosas hasta la degradación medioambiental y las persistentes deficiencias en la atención sanitaria, la crisis sanitaria de “The Magic City” ya no es hipotética, sino que está ocurriendo ahora mismo.

Las causas no son únicas, sino que están entrelazadas con el clima, la estructura social, los sistemas de salud y la interconexión global de la ciudad. En este artículo, analizamos qué es lo que realmente está enfermando a la población de Miami y qué se debe hacer al respecto.

En Florida, las cifras de gripe y COVID-19 han sido relativamente bajas este año, mientras que el VSR, una enfermedad que suele afectar a niños, se está propagando entre los adultos del sur a un ritmo sin precedentes, según el médico clínico Frederick Southwick, M.D., miembro del Instituto de Patógenos Emergentes de la Universidad de Florida y profesor de la Facultad de Medicina de la misma universidad. Los expertos en salud desconocen la causa de la alta incidencia del VSR, añadió Southwick. | Crédito: epi.ufl.edu
En Florida, las cifras de gripe y COVID-19 han sido relativamente bajas este año, mientras que el VSR, una enfermedad que suele afectar a niños, se está propagando entre los adultos del sur a un ritmo sin precedentes, según el médico clínico Frederick Southwick, M.D., miembro del Instituto de Patógenos Emergentes de la Universidad de Florida y profesor de la Facultad de Medicina de la misma universidad. Los expertos en salud desconocen la causa de la alta incidencia del VSR, añadió Southwick. | Crédito: epi.ufl.edu

Amenazas medioambientales: calor, inundaciones y mala calidad del aire

El cambio climático ya no es un problema lejano. En Miami, el calor extremo y el aumento del nivel del mar ya están afectando a la salud pública. Las temperaturas se han disparado, con más días por encima de los 35 °C que nunca, especialmente en los barrios urbanos con pocos espacios verdes. El resultado: están aumentando los casos de golpes de calor, especialmente entre las personas mayores, los trabajadores al aire libre y los residentes con bajos ingresos.

Las frecuentes inundaciones, provocadas por las mareas altas y el aumento de la actividad tormentosa, están provocando la acumulación de agua estancada, un caldo de cultivo para los mosquitos y los patógenos transmitidos por el agua. Como resultado, las autoridades sanitarias advierten del posible brote de enfermedades como el virus del Nilo Occidental y la leptospirosis.

La calidad del aire también se está deteriorando. Los incendios forestales estacionales en el sureste y el aumento del tráfico rodado contribuyen a unos niveles peligrosos de contaminación por ozono y partículas, lo que agrava afecciones respiratorias como el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).

Los riesgos medioambientales ya no son solo ecológicos, sino también médicos. Y Miami, una ciudad literalmente a nivel del mar, es un ejemplo de primera línea.

Factores sociales y económicos que provocan enfermedades en la ciudad

Detrás de cada estadística sanitaria hay una historia humana. En Miami, la intersección entre la pobreza, la desigualdad en materia de vivienda y la falta de acceso a la atención sanitaria desempeña un papel importante en lo que enferma a la población.

Los barrios de bajos ingresos se enfrentan a una exposición desproporcionada a la contaminación industrial y viven en islas de calor donde el aire acondicionado es un lujo. Muchos residentes tienen varios trabajos, a menudo en sectores de alto riesgo como la hostelería o la construcción, con una cobertura sanitaria limitada o sin baja remunerada por enfermedad.

Los desiertos alimentarios siguen siendo una realidad en algunas partes de la ciudad. Las enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión siguen aumentando, especialmente entre las comunidades negras e hispanas. En 2025, la salud no solo tiene que ver con los gérmenes, sino también con los códigos postales, las políticas y los privilegios.

Aumento de las enfermedades infecciosas: qué se está propagando y por qué

Uno de los acontecimientos más alarmantes de 2025 es el aumento de los casos de enfermedades infecciosas. El Miami Herald ha informado sobre resistentes a los medicamentos, que afectan tanto a la población local como a los visitantes.

Según los informes sanitarios, las enfermedades relacionadas con los viajes se han disparado debido al papel de Miami como puerta de entrada global. Los cruceros, los aeropuertos y la alta rotación de turistas hacen que la ciudad sea especialmente vulnerable a las enfermedades importadas. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) han emitido repetidas alertas sobre casos de sarampión, hepatitis A e incluso malaria en el área metropolitana de Miami-Dade.

La convergencia del cambio climático, la densidad urbana y los movimientos internacionales ha creado una tormenta perfecta para la transmisión. La infraestructura de salud pública está luchando por mantenerse al día.

Dado que los tres virus se propagan por el aire, se recomienda evitar estar en espacios cerrados con otras personas que tosan. Las mascarillas quirúrgicas, si se usan correctamente, pueden ayudar a frenar la propagación del VSR y la gripe, pero solo las mascarillas N95 protegen contra la COVID-19. Al visitar a sus seres queridos, tenga en cuenta que el VSR, la gripe y la COVID-19 representan un riesgo especial para las personas mayores. | Foto de CDC en Unsplash
Dado que los tres virus se propagan por el aire, se recomienda evitar estar en espacios cerrados con otras personas que tosan. Las mascarillas quirúrgicas, si se usan correctamente, pueden ayudar a frenar la propagación del VSR y la gripe, pero solo las mascarillas N95 protegen contra la COVID-19. Al visitar a sus seres queridos, tenga en cuenta que el VSR, la gripe y la COVID-19 representan un riesgo especial para las personas mayores. | Foto de CDC en Unsplash

Brechas en la atención médica y riesgos de exposición de la comunidad

Si bien Miami cuenta con hospitales e instituciones de investigación de primer nivel, el acceso a la atención médica sigue siendo desigual. Muchos residentes, en particular los inmigrantes, los trabajadores indocumentados y los participantes en la , quedan fuera de los modelos de cobertura tradicionales.

Las clínicas sin cita previa suelen estar desbordadas, los servicios de salud mental carecen de recursos suficientes y las barreras lingüísticas siguen impidiendo que miles de personas busquen la atención adecuada. Cuando esto se combina con la desinformación y el miedo (especialmente en torno a la vacunación), el resultado es predecible: brotes, hospitalizaciones y un empeoramiento de la brecha de confianza entre las comunidades y las instituciones.

Incluso los residentes asegurados se enfrentan a largas esperas y altos costes, lo que desalienta la atención preventiva. El sistema sanitario de Miami es reactivo, no proactivo, y en 2025 eso es un defecto peligroso.

Turismo, migración y salud global en Miami

Miami es una encrucijada internacional. Eso es parte de su atractivo, y parte de su vulnerabilidad sanitaria. En 2025, la ciudad recibe a millones de turistas y sigue acogiendo a inmigrantes de toda América Latina, el Caribe y otros lugares.

Este movimiento conlleva la exposición a retos sanitarios globales, desde nuevas cepas virales hasta bacterias resistentes a los antibióticos. Aunque la mayoría de los viajes son seguros, el volumen ha desbordado la capacidad de supervisión y respuesta de la ciudad.

Además, la migración climática se ha convertido en un factor real. Las familias que huyen de los huracanes o la sequía se están reasentando en Miami con un acceso limitado a los recursos sanitarios y, a menudo, traen consigo enfermedades crónicas sin tratar o niños sin vacunar.

Los expertos en salud advierten que Miami debe adaptar sus sistemas no solo para los residentes, sino también para su papel como ciudad global, donde la salud pública local se ve cada vez más influenciada por la dinámica mundial.

Qué puede hacer el público para mantenerse seguro en 2025

A pesar de los desafíos, hay medidas que las personas y las comunidades pueden tomar para reducir los riesgos:

  • Manténgase informado a través de fuentes de salud pública verificadas (CDC, departamentos de salud locales).
  • Utilizar protección: repelente de mosquitos, protector solar y equipo de protección cuando se trabaje al aire libre.
  • Vacunarse: incluyendo actualizaciones para viajeros y residentes contra enfermedades en aumento.
  • Apoyar las iniciativas de salud comunitarias, como clínicas gratuitas y campañas de educación.
  • Abogar por un cambio de políticas en materia de vivienda, transporte y equidad en la atención sanitaria.

Al final, la seguridad personal en el cambiante panorama sanitario de Miami se reduce a la preparación, la concienciación y la acción.

En resumen, ¿qué está enfermando a la gente en Miami?

Miami-Dade enfrenta un aumento preocupante de enfermedades transmitidas por mosquitos como el dengue, con casos en incremento debido a la propagación del virus a través de picaduras. Un número significativo de estas infecciones se relaciona con viajes, afectando a personas que regresan de áreas con alta actividad de dengue. Esta situación subraya la importancia de las medidas de control de mosquitos y la vigilancia epidemiológica para contener la expansión de la enfermedad en la comunidad.

Las olas de calor representan otro desafío crítico para la salud en Miami, donde las temperaturas interiores de los hogares a menudo superan las del exterior. Muchos residentes luchan con sistemas de aire acondicionado inoperativos o costosos, lo que se traduce en elevados gastos de energía y un aumento de los riesgos para la salud, especialmente para poblaciones vulnerables. Esta problemática resalta la necesidad de soluciones accesibles y eficientes para mitigar el impacto del calor extremo en la calidad de vida de los habitantes.

Finalmente, la es una preocupación creciente que amenaza con brotes de enfermedades prevenibles como el sarampión. Este descenso en la inmunización comunitaria pone en riesgo la salud pública, haciendo que la población sea más vulnerable a infecciones que pueden evitarse fácilmente. La promoción de la vacunación y la concientización sobre su importancia son fundamentales para proteger a los niños y mantener la salud colectiva en la región.

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