
Desde el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, las políticas migratorias han vuelto a endurecerse, generando una creciente preocupación en la comunidad inmigrante. La intensificación de los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) ha resultado en un aumento significativo de deportaciones, afectando incluso a personas sin antecedentes criminales. Uno de los casos más recientes y alarmantes ha sido el de Gladys y Nelson González, una pareja colombiana que residía en EE.UU. desde hace 35 años y que fue deportada de manera abrupta, dejando atrás a sus hijas y a su primer nieto.
Una deportación inesperada tras décadas en EE.UU.
El pasado 21 de febrero, Gladys y Nelson González acudieron a una cita rutinaria en un tribunal de migración en Santa Ana, California. Como lo habían hecho desde el año 2000, cumplieron con su obligación de presentarse ante las autoridades. Sin embargo, en esta ocasión, fueron arrestados y puestos bajo custodia federal. Tras pasar tres semanas detenidos, fueron deportados a Colombia, un país que abandonaron hace más de tres décadas.
Su deportación dejó a sus tres hijas, todas ciudadanas estadounidenses, en estado de shock. La familia había construido una vida en EE.UU., contribuyendo a su comunidad a través de su iglesia y actividades benéficas. Llevaban una vida ejemplar. “Durante casi cuatro décadas, han construido una vida aquí: criando a tres hijas, devolviendo a su comunidad y recientemente recibiendo a su primer nieto”, expresó Stephanie González en una campaña de GoFundMe para tratar de reunir a sus padres con la familia.

Un camino migratorio lleno de obstáculos
Desde su llegada en 1989, los González intentaron regularizar su estatus. Sin embargo, el sistema migratorio de EE.UU. no les ofreció una vía viable para obtener la residencia legal. En 2000, un tribunal de inmigración les ordenó salir del país voluntariamente, pero ellos continuaron buscando opciones legales sin éxito.
Según la abogada de inmigración Monica Crooms, quien ha trabajado con la pareja desde 2018, los González sabían que eventualmente podrían enfrentar una deportación, pero nunca imaginaron que sería de manera tan repentina. “Ellos esperaban tener tiempo para organizar sus asuntos y despedirse de sus hijas y su nieto, pero no fue así”, afirmó Crooms.
Además, en su intento por conseguir la residencia, fueron víctimas de un fraude migratorio. Su primer supuesto abogado no tenía licencia para ejercer y, tras recibir grandes sumas de dinero de múltiples clientes, cerró su oficina en medio de una investigación criminal.
Stephanie González relató que sus padres huyeron de Bogotá cuando la ciudad era considerada la capital mundial del asesinato, debido a la violencia del narcotráfico. A pesar de ello, el tribunal que revisó su caso en EE.UU. determinó que no había razones legales para que permanecieran en el país.
El aumento de deportaciones con la administración Trump
El caso de los González no es un hecho aislado. Desde que Trump retomó la presidencia, los operativos del ICE han aumentado significativamente. En los primeros 50 días del año, más de 32.000 personas sin estatus legal fueron arrestadas, según reportes oficiales. Si bien las autoridades aseguran que se centran en personas con órdenes de deportación, muchos inmigrantes sin antecedentes criminales han sido detenidos en redadas colaterales.
Ante esta creciente ola de deportaciones, expertos recomiendan a la comunidad inmigrante conocer sus derechos en caso de ser abordados por agentes del ICE:
- No abrir la puerta sin una orden judicial.
- Mantenerse en silencio y no responder preguntas sobre su estatus migratorio.
- No firmar documentos sin la asesoría de un abogado.
- Evitar dar información falsa o intentar sobornar a un agente.
El caso de los González ha despertado indignación y preocupación en la comunidad inmigrante, que teme que más familias puedan ser separadas bajo las actuales políticas migratorias. Mientras tanto, sus hijas continúan buscando una forma legal para traer de vuelta a sus padres y reunificar a su familia en el país que han considerado su hogar durante más de tres décadas.












