“La Dra. Rossella Rivero, que también desertó en Brasil en el 2016, me dijo que cuando los médicos cubanos desertan, sus familias sufren represalias en Cuba”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“La Dra. Rossella Rivero, que también desertó en Brasil en el 2016, me dijo que cuando los médicos cubanos desertan, sus familias sufren represalias en Cuba”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Andrés Oppenheimer

El gobierno populista de dice que defiende a los oprimidos, pero ha contratado a más de 590 médicos y enfermeros cubanos, a pesar de que relatores de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han denunciado que los miembros de estas misiones médicas cubanas podrían estar sometidos a condiciones de semiesclavitud.

En general, no hay nada malo en que México invite a médicos extranjeros para ayudar a combatir la pandemia del . Y no habría nada de malo en que México invite a médicos cubanos, si se hiciera de manera transparente y dentro de los estándares internacionales de derechos humanos. Pero ese no parece ser el caso aquí.

Entre 590 y 800 médicos cubanos han llegado a la Ciudad de México en las últimas semanas, según una noticia de , atribuida a fuentes del Gobierno de la Ciudad de México.

La administración del presidente ha dado pocos detalles sobre la llegada de estos médicos.

“Nosotros tenemos un convenio de colaboración de salud con Cuba desde hace tiempo. En particular, ahora para la atención de la pandemia, varios médicos cubanos están en distintos hospitales de la ciudad”, dijo la alcaldesa capitalina Claudia Sheinbaum, del partido oficialista, el 8 de mayo.

En noviembre pasado, el relator especial de las Naciones Unidas sobre Formas Contemporáneas de Esclavitud y el relator especial de la ONU sobre la Trata de Personas dijeron que estas misiones médicas “podrían equivaler a trabajo forzado”.

Los médicos cubanos en el extranjero solo reciben alrededor del 20% de sus salarios, mientras que aproximadamente 75% va a la dictadura cubana y el 5% restante a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que vergonzosamente se presta para mediar este tipo de convenios.

Lo que es igualmente alarmante, muchos de los llamados “médicos cubanos” en estas misiones ni siquiera son médicos. El Gobierno interino de Bolivia dijo en marzo que de los 702 “médicos” cubanos que estaban en el país hasta hace poco, .

Mientras que los médicos cubanos en su país ganan solo entre US$20 y US$40 por mes, el Gobierno Brasileño solía pagar a Cuba US$3.400 por mes por médico, de los cuales los médicos cubanos recibían unos US$790.

El Dr. Fidel Cruz, que trabajó en estas misiones en Venezuela y Brasil y desertó en el 2016, me dijo que apenas llegó a Venezuela le quitaron su pasaporte. Los médicos cubanos no podían traer a sus familias, ni salir de sus casas después de las 6 p.m., ni invitar a amigos venezolanos, me señaló.

En época de elecciones, se les exigía hacer trabajo de apoyo a las campañas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. “Cuando dábamos consulta, teníamos que decirles cosas como ‘si no votas por Maduro, o no votas por Chávez, quizás el mes que viene no cuentes con servicios de salud, porque nosotros nos vamos a Cuba’”, me contó.

La Dra. Rossella Rivero, que también desertó en Brasil en el 2016, me dijo que cuando los médicos cubanos desertan, sus familias sufren represalias en Cuba. Uno de sus hijos fue degradado de su trabajo como médico y obligado a fumigar hogares contra los mosquitos del dengue durante dos años.

Es probable que México necesite médicos extranjeros, pero debería contratarlos individualmente y en forma directa, y no como si fueran propiedad del régimen cubano.

Y AMLO debería dar a conocer cuánto le está pagando México a Cuba por estas misiones. Si paga los US$3.400 al mes por médico que pagaba Brasil, estaría pagando cuatro veces más de lo que le paga a la mayoría de los médicos mexicanos.


–Glosado y editado–

© El Nuevo Herald. Distribuido por Tribune Content Agency, LLC

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