Mario Saldaña

Hace mucho tiempo que la solución al drama dejó de ser un problema de (in)cumplimiento de formas y de normas .

Lo que hay es una satrapía instalada en el poder, soportada por intereses criminales, además de los económicos y políticos de potencias muy apartadas de los estándares occidentales, como , , e ; y en el ámbito regional por , dictaduras como y , o personalidades desequilibradas como

Por ende, el último fraude del pasado domingo iba a ocurrir inexorablemente. La diferencia con los anteriores es que la brecha del triunfo opositor nunca fue tan grande; y el zarpazo de y su camarilla, nunca tan grotesco y evidente.

Los bloques y estados que aún guardan las formas como , y la, al solicitar la exhibición de actas por parte de la autoridad electoral venezolana saben perfectamente que solo están regalando tiempo a Maduro y a los sectores de las que lo acompañan en su farsa para que evalúen y activen una salida no violenta del poder.

Llegado el caso, con el incremento de la protesta ciudadana y las víctimas (ojo que hay sectores exchavistas armados que vienen participando en las revueltas), y la agudización de su aislamiento americano y global, Brasil (por ejemplo) podría jugar un papel crítico en la búsqueda de una suerte de amnistía política para los criminales aupados al Palacio de Miraflores, o un eventual asilo en Cuba, Nicaragua o .

Hacen bien, sin embargo, una corajuda y extraordinaria lideresa como , junto al electo presidente , en dejar en claro que una eventual o futura negociación de ninguna manera supone claudicar en torno del resultado de la votación.

Tamaña traición al pueblo venezolano que ha abrazado su libertad sería inadmisible, lo que no niega que desarmar la estructura corrupta, criminal y clientelista del chavismo tomará muy buen tiempo, y que solo bajo la lupa de una ‘real politik’ se podrá dimensionar correctamente.

Hasta el momento, llegar a ese deseado punto de quiebre, con el consiguiente “puente de plata para Maduro y compañía”, depende críticamente de la capacidad de mantener a la gran mayoría del país movilizada en contra de la camarilla criminal y una presión internacional que alcance y comprometa activamente a los países y bloques que pueden “mover la aguja” geopolítica, manteniendo a raya a los socios del sátrapa.

Ojalá llegue y pronto.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Mario Saldaña C. es Periodista