Ricardo León

El domingo pasado, el programa “” reveló que el presidente y la primera dama Lilia Paredes habían cometido con la que, en el 2012, obtuvieron el grado de magíster en Psicología Educativa en la (UCV). Según la investigación, más de la mitad del trabajo –titulado “La equidad de género y los aprendizajes significativos del área de personal social en los estudiantes del IV ciclo de la institución educativa 10465 Puña, Tacabamba, Chota”– no fue original, de acuerdo con la herramienta Turnitin, un programa que detecta plagios. Se descubrió también que todo el marco teórico fue copiado. Peor aún, dos de los docentes que figuran como certificadores de la tesis no figuran en el Reniec, entre otros problemas.

, directora de “Panorama”, opina que no solo hubo una intención de dolo en la elaboración de la tesis, sino que además hubo intentos de encubrimiento de la universidad, seguidos de una velada amenaza del presidente Castillo, que no ha dado respuestas convincentes al respecto.

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—Para entenderlo desde el inicio: ¿cómo empieza la investigación sobre la tesis del presidente Castillo y su esposa?

No fue una idea que nació necesariamente de nosotros. Empezamos a ver en varios programas que hablaban de eso, de dónde está la tesis del presidente, y creo que era sumamente importante. No había indicios de algo particular, nada. Nos contactamos con la Universidad César Vallejo y, bueno, recibimos la respuesta que todos recibieron. [Nota: el 12 de marzo, la UCV indicó que la tesis podía ser divulgada “solo con la autorización de los autores, conforme a la legislación sobre derechos de autor”].

—Entiendo que Vicky Zamora, reportera del programa, insistió pero por la vía legal.

Inmediatamente después de recibir ese comunicado, un abogado se contacta con nosotros y nos dice: “Oye, estoy viendo este comunicado, ¿se les ha ocurrido a ustedes hacerlo vía el Tribunal de Transparencia?”. Y vimos que nada perdíamos y apelamos esa decisión, porque consideramos que es un tema de interés público. Había unos plazos que cumplir, y se cumplieron, y después de dos o tres semanas nos contestaron diciendo que había sido admitida la queja y que se estaba notificando a la universidad para que hiciera sus descargos. Parece que la universidad nunca hizo ningún descargo, simplemente lo dejó ahí en silencio. A partir de esa especie de silencio administrativo, nosotros volvemos a insistir. El lunes antepasado nos responden y nos dicen: se resuelve, tienen que entregar la tesis.

—¿La UCV les puso trabas con evidente interés de cubrirse del escándalo que suponían que habría?

A partir de ahí también viene otro tema, porque esa resolución hablaba de un plazo de hasta siete días hábiles. Nos lo iban a entregar prácticamente el último día. Hemos tenido que estar insistiendo a través de la oficina de prensa de la universidad. Al final la resolución se filtró, no sabemos cómo, y les dijimos: Ya todo el mundo sabe que han resuelto a favor de nosotros y, si ustedes no nos la entregan, el domingo vamos a salir simplemente a decir que la disposición de ustedes a ser más transparentes es nula. Hubo una resistencia. Cuando nos la hicieron llegar, un jueves o viernes, fue en un programa que no permitía imprimir, ni guardar como PDF, ni como Word, con unos candados y códigos que había que poner en cada página que uno iba viendo. O sea, era como para demorarse un mes. No era un tema de seguridad, estábamos cumpliendo los estándares legales, pero aun así le ponían tantísimos candados con la única intención de dilatar y demorar todo esto. Bueno, finalmente pudimos sortear todos esos obstáculos y ya. Y luego, pues, lo que ya se ha conocido.

—¿Palacio de Gobierno o el entorno del presidente también pusieron obstáculos cuando pidieron su versión?

Sí, pero son los mismos obstáculos de siempre. No contestan el teléfono, hubo llamadas constantes de la gente de producción y de la misma Vicky Zamora a Kethy Vásquez, una persona que ha sido nombrada hace pocas semanas jefa de prensa del despacho presidencial. A partir de ahí, ya habiéndose identificado, ella sigue llamando y le cuelgan, o contestan y luego le cuelgan. Entonces el domingo a las 10 a.m. recibimos una llamada del equipo de prensa del ministro Roberto Sánchez, que sabemos que es uno de los voceros del gobierno, diciendo que él quería declarar. Entiendo que inicialmente la intención era declarar sobre lo que había dicho Karelim López, pero nosotros hicimos hincapié en que queríamos una voz del gobierno para hablar del tema de la tesis.

—El comunicado que envía Palacio, además de problemas de sintaxis y de no aclarar nada respecto del tema de fondo, habla de “contubernios”, de “narrativas periodísticas”.

Este es el segundo comunicado directo que tenemos en el programa del presidente. [Nota: el anterior fue enviado luego de que “Panorama” revelara imágenes de un partido de fulbito donde habrían participado el presidente Castillo y Roberto Jesús Aguilar, un proveedor que se había beneficiado con licitaciones del Ministerio de Transportes, y a quien Castillo negaba conocer]. Aquella vez, lo que nosotros esperábamos era que nos dijera: “Oye, ustedes se han equivocado, no es Aguilar la persona que está jugando conmigo, es ‘Juan Pérez’, por favor rectifique”. Pero no, hubo simplemente una especie de orden: rectifique, porque así lo quiero. En el comunicado reciente pasa exactamente lo mismo. Que nos explique, para empezar, por qué falsificó un nombre, por qué inventó un nombre y por qué empezó a falsificar firmas y DNI simplemente para poder presentar un documento de esta naturaleza.

—Al mismo tiempo, salvo Beatriz Merino en Twitter, ninguna cara conocida de la UCV se pronunció.

Hubo una respuesta, digamos, rápida de la universidad a partir del comunicado del presidente, cuando este dijo que la tesis entregada no era legítima. A mí, lo que me revela el tuit de Merino es que hubo un conflicto interno. Ahora estamos esperando una investigación que se supone que dura 15 días hábiles, pero sabemos cómo se manejan esos plazos. Hay muchísimas explicaciones que nos tienen que dar.

"Cuando hay una amenaza de querellas, esto cobra un matiz diferente, porque viene de alguien que ostenta el poder", dice Cueva sobre el comunicado que publicó Palacio de Gobierno.
"Cuando hay una amenaza de querellas, esto cobra un matiz diferente, porque viene de alguien que ostenta el poder", dice Cueva sobre el comunicado que publicó Palacio de Gobierno.

—En el 2016, cuando se descubrieron los plagios de César Acuña, él dijo: “Es un tema académico que se ha politizado en un tema electoral” (sic). Y ahora el abogado del presidente, Eduardo Pachas, niega cualquier falta ética y dice que “este es un tema político que busca la vacancia”. Qué coincidencia.

Nosotros lo que siempre hacemos es cumplir las pautas que te dicta el periodismo, que en este caso consiste en que el documento sea revisado por quienes dominan y son expertos en este tema. Hemos consultado a investigadores, académicos, hemos consultado a expertos en asesorías de tesis, y uno de ellos fue bastante claro en decir que es un mamarracho, o un fraude académico. Aquí hay una actitud dolosa, porque está armado, prefabricado, diseñado y trabajado para elaborar un documento falso. A todas luces, ahí no hay un trabajo académico, no solamente porque el marco teórico es casi al 100% copiado. ¿Cómo pasó los filtros de la Universidad César Vallejo para que terminaran dando el título? Esa creo que es la explicación más importante que van a tener que darnos.

—Andrés Calderón, abogado especialista en temas de libertad de expresión, escribió en este Diario que el presidente puede pedir la rectificación que desee y que eso no implica una amenaza, “pero hacerlo de forma abusiva o amedrentar con otro tipo de acciones, sí”. ¿Ha habido alguna acción concreta contra usted, el programa o el canal?

No, en verdad no ha habido ninguna. Lo que vemos son esas expresiones públicas del primer ministro y del presidente respecto a la prensa. ¿Un presidente, que es como cualquier ciudadano, tiene derecho a exigir rectificaciones? Sí las tiene, pero cuando hay una amenaza de querellas, esto cobra un matiz diferente, porque viene de alguien que ostenta el poder, no es igual a que mi vecino amenace con una querella. Eso es lo que resulta amenazante. Tampoco siento que esté amenazada de muerte, pero sí creo que tenemos que ser mucho más cuidadosos respecto a nuestro trabajo y a nuestra integridad física.

“A las universidades no les gusta la Sunedu, no les gusta la fiscalización, no les gustan los estándares", opina la periodista tras las recientes normas aprobadas en el Congreso. (Foto: Archivo El Comercio)
“A las universidades no les gusta la Sunedu, no les gusta la fiscalización, no les gustan los estándares", opina la periodista tras las recientes normas aprobadas en el Congreso. (Foto: Archivo El Comercio)

—¿La tesis del presidente y la primera dama esconde algo más?

Hay más. La tesis del presidente todavía depara más sorpresas. Creo que ya es hora de que le pidamos explicaciones no solamente a la universidad, sino también a César Acuña.

—Es curioso que se hable de mala praxis universitaria en la misma semana en que el Congreso le clava una estaca a la Sunedu, entidad encargada de fiscalizar esto.

Bueno, está clarísima la contrarreforma. A las universidades no les gusta la Sunedu, no les gusta la fiscalización, no les gustan los estándares que les tienen que fijar para brindar una educación de calidad.

—La tesis del presidente es el ejemplo perfecto, y eso lo saben esos congresistas que hostigan hace años a la Sunedu.

Y probablemente haya temor en varios de ellos a que se revisen sus tesis por las que han sido reconocidos o contratados. En torno a esto hay toda una mafia. Al final de cuentas estos se unen para, una vez más, mostrarnos que aquí no hay un grado de representación del ciudadano. Al contrario, el Congreso y el Ejecutivo están de espaldas al ciudadano, porque lo que están haciendo es apostar por intereses particulares de las universidades privadas que simplemente no quieren cumplir estos estándares. Quieren seguir siendo un negocio sobre el que no hay ninguna lupa. Tengamos en cuenta además el compromiso que firmaron Keiko Fujimori y Pedro Castillo, asegurando que no iban a tocar a la Sunedu. Bueno, ambos lo han hecho y de eso tampoco se está hablando lo suficiente. Fuerza Popular y, en especial, la excandidata Fujimori tendrían que decir algo más.

"Después de todo esto que vemos, y teniendo claro también que esto nos lleva igual a un escenario de inestabilidad, mi apuesta es que se vayan todos", dice Cueva. (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
"Después de todo esto que vemos, y teniendo claro también que esto nos lleva igual a un escenario de inestabilidad, mi apuesta es que se vayan todos", dice Cueva. (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
/ Alessandro Currarino

“MI APUESTA ES QUE SE VAYAN TODOS”

—Si no habláramos del plagio, estaríamos debatiendo quizá sobre el proyecto de ley de adelanto de elecciones. ¿Cuál es tu postura?

Yo apostaba inicialmente por la renuncia del presidente Castillo. Creo que lo más saludable para el país hubiera sido que él simplemente diga: Doy un paso al costado, dejo acá a Dina Boluarte. Creo que de esa manera habrían quedado bastante satisfechos los congresistas que están anclados en la curul. Pero después de todo esto que vemos, y teniendo claro también que esto nos lleva igual a un escenario de inestabilidad, mi apuesta es que se vayan todos.

—Es decir, elecciones generales y a empezar de nuevo todo.

Y sin las reformas políticas que eran necesarias, sin que los partidos se renovaran. Esta es una gran incertidumbre y probablemente tengamos más de lo mismo porque el menú no ha cambiado. No tenemos mucho para escoger, pero no podemos seguir tolerando este tipo de indiferencia, de desidia, este vivir de espaldas al país. Y peor, piensan en una asamblea constituyente simplemente, lo que no debería pasar bajo ningún punto de vista, y mucho menos en una situación política como la que estamos viviendo.

—¿Hubo algún hecho particular que te llevara a pensar que es mejor repartir de nuevo la baraja?

No, es una acumulación. Yo recuerdo que la primera vez que lo pensé fue justamente cuando El Comercio hizo una encuesta entre varios periodistas para ver posibles salidas a la crisis. En el caso del Congreso, cuando vimos lo de las censuras que no fueron, como la del ministro Silva, de Transportes, o el tema de ‘Los Niños’, todos los pactos. Encima le dieron el voto de confianza a Aníbal Torres…

—¿María del Carmen Alva debería seguir a la cabeza del Congreso, en un momento delicado como este?

Probablemente sea una buena persona, no la conozco, pero no tiene la talla, el liderazgo que se requeriría para un momento difícil como este. Ha cometido errores que la desdibujan.

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