A menos de dos semanas para que el presidente Pedro Castillo cumpla un año en el poder, el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Félix Chero, abrió un nuevo flanco de cuestionamiento al gobierno, al dejar abierta, inicialmente, la posibilidad de que se dé un cierre del Congreso si es que la recomposición de su Mesa Directiva no generaba “líneas de consenso”.
“Confío en que en la recomposición de la Mesa Directiva se tenga miembros que puedan generar líneas de consenso, dialogar, agendar un proyecto de gobierno conjunto entre Ejecutivo y Legislativo. De lo contrario, se evaluará en su momento, porque no descartamos esa posibilidad”, afirmó el último domingo en radio Exitosa.
Chero agregó que si bien no se ha evaluado tal posibilidad, el Ejecutivo sí tiene la “habilitación constitucional” y “no está descartado”.
No obstante, el último lunes el titular de Justicia intentó dar un paso atrás de sus propias palabras y culpó a la prensa por malinterpretarlo.
“Nunca ha estado en nuestra agenda utilizar la cuestión de confianza para una disolución del Congreso. Nunca se agendó, nunca se conversó”, expresó, tras duras críticas desde el Poder Legislativo.
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Pero Chero no ha sido el primer integrante del gobierno que amenazó con un cierre del Parlamento. Por ejemplo, el jefe del Gabinete Ministerial, Aníbal Torres, dijo que si “[Nicolás] Maquiavelo en este momento estuviera en el poder, sin duda que ya hubiese cerrado el Congreso, porque la realidad así lo exige”.
Añadió, en una extensa entrevista al canal de YouTube “Rímac Llaqta” hace unos días, que el gobierno tiene “la esperanza” de que el Congreso “reaccione” y deje la actitud de “perturbar” a la administración de Castillo.
Y, en octubre del año pasado, el mandatario refirió que la facultad para un eventual cierre del Congreso le pertenece al pueblo [ver línea de tiempo].
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Al respecto, el profesor de Opinión Pública de la Universidad de Piura, Fernando Huamán, indicó que si bien la relación entre el Ejecutivo y el Congreso está marcada, desde el 2016, en un “enfrentamiento latente”, este discurso sobre el “cierre del Parlamento” pareciera que “fuera orquestado”, porque cada cierto tiempo un integrante del gobierno lo pone en agenda. Y luego, “pide disculpas” o retrocede.
En comunicación con El Comercio, Huamán dijo que Castillo Terrones “no tiene la legitimidad social” para intentar la disolución inconstitucional del Congreso, al mencionar que el 74%, de acuerdo a la última encuesta de Ipsos Perú, desaprueba su mandato, y solamente el 20% lo aprueba.
Recordó que cuando el exmandatario Martín Vizcarra disolvió el Parlamento dentro del marco de la Constitución a fines de setiembre de 2019 gozaba de mayor respaldo que ese poder del Estado.
También advirtió que el constante enfrentamiento entre el Congreso y el Ejecutivo contribuye al “adormecimiento” de la sociedad y “erosiona” el funcionamiento institucional.
“[Esta crisis permanente] genera pesimismo en la gente, que no tenga capacidad de reacción, porque el caos pasa a ser lo cotidiano, y cualquier denuncia que salga [contra el presidente Castillo o los congresistas] pierde impacto. Hoy tendríamos que hablar de hechos reales, como las denuncias contra la cuñada del presidente, pero lo que está en discusión es el cierre del Congreso”, acotó.
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Apuntan “al más rechazado”
El analista político Rober Villalva afirmó que el Ejecutivo, a raíz de las declaraciones de Chero, podría apuntar a “golpear” al Congreso, que es el poder del Estado “más rechazado”. El Parlamento, según el último estudio de opinión de Ipsos Perú, es desaprobado por el 79%, y solo es aprobado por 14%.
“Esto también puede ser un globo de ensayo, que es usual en la política para ver la reacción no solo de los políticos y medios de comunicación, sino de la opinión pública. Pero es finalmente desde la calle, con las paralizaciones, la que impone la agenda”, expresó a este Diario.
Villalva refirió que la crisis en la relación entre el Ejecutivo y el Congreso viene desde el mandato de Pedro Pablo Kuczynski (PPK). Añadió que el economista y los que lo sucedieron, entre ellos Vizcarra, y Francisco Sagasti, no tuvieron “una buena bancada”, una debilidad que también tiene el propio Castillo tras la fragmentación de Perú Libre hasta en cuatro bancadas.
También señaló que el mensaje a la Nación que el jefe de Estado brinde el próximo 28 de julio ante el Parlamento puede “marcar un detonante”, en el sentido de que si la tendencia de aumento de su desaprobación “se agudiza o no”.
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A su turno, el analista político Pedro Tenorio señaló que las expresiones de Chero, Torres y el mismo Castillo son para “ir midiendo la temperatura” de cara a la opinión pública frente a eventuales medidas “que son extremas” y “que pueden ser desproporcionadas”. Agregó que también son una manera de defenderse ante “el vendaval de críticas” en su contra desde el Congreso, donde la oposición apunta a su vacancia o suspensión del cargo.
“No creo que Chero sea tan inocente de haber formulado una salida a la crisis que es absolutamente contraria a la Constitución, tal y como la ha deslizado […] El Ejecutivo vive un momento político confuso, no tiene apoyo mayoritario de la población, no tiene una línea de defensa clara, y no tiene reacción en el Congreso. Al inicio tenía una bancada de 37 congresistas, hoy está lejos de ese número”, subrayó.
“Y es medio de toda esta dispersión, que el gobierno intenta mostrar alguna fortaleza de cara a la opinión pública, y en esa línea va la declaración de Chero [sobre el Congreso]”, complementó.
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Tenorio cuestionó que en las sesiones del Consejo de Ministros descentralizados se haya hecho una costumbre hablar del “cierre del Congreso”, porque uno o más asistentes comienzan a gritar a favor de esta acción.
“Se plantea este tipo de salidas [no democráticas] como si fuera algo natural, y se exige que el Congreso sea reemplazado por una asamblea constituyente. Sin embargo, el presidente y sus ministros apañan y toleran estas declaraciones, hasta las aplauden a veces, cuando es una actitud que se debe rechazar”, finalizó.