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Gran conmoción a nivel mundial, y entre los fieles católicos sobre todo, viene causando el sensible fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, el argentino cuyo pontificado alcanzó los 12 años. Desde la Santa Sede, hoy la noticia gira entorno al papa Francisco y un deceso que terminó siendo provocado por el ictus cerebral como condición médica detallada a continuación junto a otros pormenores sobre el particular.
Tras 12 años y 39 días como sumo pontífice, finalmente el papa Francisco ha dejado de existir en medio de una conmoción generalizada a nivel global, y la información brindada por la Santa Sede entorno a ese ictus cerebral que le ha impedido continuar al mando de la Iglesia católica.
Según comparte el Vatican News tras darse a conocer mediante Kevin Farrell que pasada la medianoche italiana del lunes 21 de abril, el jesuita argentino falleció con casi 9 décadas a cuestas, las razones de su muerte fueron puntualmente un “derrame cerebral, coma, colapso cardiovascular irreversible“.
The Vatican Media shows Pope Francis in his open coffin in The Vatican. (Photo by Handout / VATICAN MEDIA / AFP)
/ Al respecto, resulta importante puntualizar que el ictus cerebral según refiere la Clínica Universidad de Navarra, representa aquel accidente cerebrovascular (ACV) padecido por el papa Francisco que ocurre “cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales“, siendo así uno de los motivos más frecuentes de asistencia neurológica urgente.
"Cada minuto que pasa, las posibilidades de recuperación se reducen“, expresa también dicho centro médico-hospitalario español acerca de la inmediatez con la cual debe actuarse para evitar fallecimiento de manera puntual.
En relación a los síntomas de un ictus cerebral, también conocidos como “ataques isquémicos transitorios”, la Clínica Universidad de Navarra hace hincapié en que los más habituales son la pérdida de fuerza en la mitad del cuerpo (cara, brazo y pierna del mismo lado), dificultad para hablar, pérdida de sensibilidad u hormigueos en la mitad del cuerpo, pérdida súbita de visión en un ojo, y también dolor de cabeza muy distinto del habitual e intenso.
La muerte de Jorge Mario Bergoglio conmociona al mundo entero sin duda, generando la reacción de millones de personas, y algunos de ellos tras haber compartido ciertos instantes junto a él incluso.
La salud del papa Francisco empeoraba conforme avanzaba el mes de febrero, y algunos meses después tras estabilizarse, lamentablemente ha sido objeto del ictus cerebral que como condición médica grave, hoy origina su fallecimiento a la edad de 88 años, y por lo cual vienen a corresponderle las tradicionales honras fúnebres variadas por él mismo desde el año pasado.
De acuerdo a información compartida por la Santa Sede, y complementada mediante Catholic News Agency (CNA), el rito funerario como tal según figura expuesto en segunda edición típica del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis aprobado el 29 de abril de 2024, contiene las siguientes novedades tras modificaciones que simplifican acto protocolar tras deceso:
- Constatación de la muerte ya no en la habitación del difunto sino en la capilla.
- Deposición inmediata dentro del ataúd.
- Exposición a la veneración de los fieles del cuerpo del Papa ya dentro del ataúd abierto.
- Eliminación de los tradicionales 3 féretros de ciprés, plomo y roble.
«Se hizo necesaria una segunda edición, en primer lugar porque el Papa Francisco pidió, como él mismo declaró en varias ocasiones, simplificar y adaptar algunos ritos para que la celebración de las exequias del Obispo de Roma expresara mejor la fe de la Iglesia en Cristo resucitado”, explicaba el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de las Celebraciones Litúrgicas de los Pontífices, haciendo hincapié en la importancia de mostrar al Santo Padre fallecido como “pastor y discípulo de Cristo”, y no como un “poderoso hombre de este mundo».
Cabe resaltar, que así como figuran cambios entorno a funeral papal, la Santa Sede destaca también que hayan logrado mantenerse las 3 «estaciones» clásicas entorno a dicho acto, vale decir, domicilio del difunto, Basílica Vaticana y lugar de la sepultura, mientras se adapta la simplificación de los títulos pontificios habiéndose eliminado el primer traslado hacia Palacio Apostólico.
El primer papa de esta parte del mundo refiriéndonos a América, fue quien eligió llamarse Francisco en honor al santo de Asís, y a partir de su pontificado, siempre llamó la atención por tomar decisiones en beneficio de los más necesitados.
La tarde del lunes 21 de abril, “el cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, presidió el rito de la constatación de la muerte y la colocación del cuerpo del Papa en el féretro”, dio a conocer el Vatican News, y mediante imágenes reveladas de manera oficial, pudo observársele precisamente antes de que el miércoles 23 de abril a partir de las 9 a.m., sea trasladado desde la “capilla de la Domus Sanctae Marthae hasta la Basílica Papal de San Pedro”.
Tras ello, la Plaza del mismo lugar vaticano se convertirá en el escenario donde se celebrará el funeral del jesuita argentino a partir de las 10 de la mañana del sábado 26, y posterior a lo mencionado, terminará llevándose el ataúd a la Basílica de Santa María la Mayor para su inhumación.
Con la presencia de varios jefes de Estado y Gobierno confirmados, y miles de files católicos alrededor de su féretro seguramente, el papa Francisco tendrá conmovedora despedida a través de una liturgia exequial que presidirá el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio.