Kaia: makis, poke bowls y otras delicias de fusión nikkei que conquistan a los veraneantes de Punta Hermosa

Eat and chill viene a ser algo así como ‘come y relaja’. En el caso de Kaia, ‘come unos tacos rellenos de conchas trufadas y relaja mirando el sunset, cerveza en mano, con reggae de fondo’ podría darnos una traducción más específica, en realidad. Bonito vocablo el anglosajón chill, dable incluso a la castellanización sin alterar ni su esencia (yo chilleo, tú chilleas, nosotros chilleamos, etc.) ni su amplio significado. El verano es para chillear, y las experiencias gastronómicas juegan un rol fundamental. Largos almuerzos marinos o noches de cocteles donde la comida para compartir es protagonista de la mesa son solo un ejemplo.

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El restaurante puntahermosino Kaia —palabra de origen hawaiano que significa ‘mar’— se ha convertido en uno de los grandes referentes de un hub culinario que no hace más que crecer año a año. Punta Hermosa es el epicentro del Sur Chico; hay de todo y todos llegan por más. A este grupo de entusiastas comensales perteneció durante años el matrimonio compuesto por la fotógrafa Yasmin Kahatt y el administrador Luis Miguel Pollarolo; veraneantes del distrito y fanáticos de la comida nikkéi (y de sus posibilidades).

La idea surgió entre el antojo y la oportunidad de negocio: había nicho para un lugar de comida sabrosa, que fuese a la vez sana y con ingredientes de temporada. La apertura se dio en plena pandemia. Una apuesta arriesgada que ya ha dado varios frutos.

El concepto se basa en lo nikkéi pero no es la versión más purista de esta fusión. Más bien, el menú es una mezcla de referencias e influencias, que abarca desde makis y nigiris, hasta bocados para picar algo más complejos, aunque cercanos, como una ensalada a base de sandía y queso feta, o un cebiche de champiñones con palta flambeada. Los tacos (mínimo dos unidades) son uno de sus platos más buscados. Los hay rellenos con dados de bonito y salsa de ostión o de ají amarillo; salmón en salsa acebichada; conchas trufadas con salsa de ajonjolí o langostinos al ajillo. Puro color y puro sabor, al igual que los pokes, con más de 25 ingredientes para elegir y siete tipos de salsas. Imposible realizar una visita sin probar alguna de las tablas de makis disponibles: diez variedades en total. Que el verano sea eterno. //