Imagen del primer día de confinamiento en Lima. (Foto: Violeta Ayasta / @photo.gec)
Imagen del primer día de confinamiento en Lima. (Foto: Violeta Ayasta / @photo.gec)
Yerson Collave García

Mientras las campañas de vacunación en el mundo avanzan con dificultades, diversos países europeos y de América recurren a nuevos confinamientos para tratar de controlar al . Este es el caso del Perú, que ingresa a cuarentena estricta en 10 regiones consideradas en nivel extremo de contagios.

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Pero ¿qué se busca con esta medida estricta? ¿Había alguna otra alternativa? ¿Cuál es el rol de las vacunas en esta situación? Para responder estas preguntas, El Comercio conversó con epidemiólogos y expertos en salud pública.

El objetivo: cortar la transmisión

En el Perú, así como en otros países que tomaron la misma decisión, la cantidad de nuevos casos crecía cada día, hasta llegar a un nivel en que la capacidad de respuesta del sistema de salud, que ya está golpeado por los largos meses de pandemia, se vio superada. Personal de salud agotado, más personas buscando camas de hospitalización y de cuidados intensivos y la demora en la llegada de la vacuna muestran un panorama complicado para evitar que los contagios se incrementen.

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Los expertos consultados por este Diario coinciden en que, aunque es una medida “extrema”, es la única manera que tenemos hasta el momento para cortar la transmisión del virus. De este modo, se buscar reducir la cantidad de casos y así “quebrar la curva” o aplanarla.

Las FFAA se encuentran en las calles para asegurar el cumplimiento de la cuarentena. (Foto: Jesus Saucedo / @photo.gec)
Las FFAA se encuentran en las calles para asegurar el cumplimiento de la cuarentena. (Foto: Jesus Saucedo / @photo.gec)

Al hacer que las personas, quienes llevan el virus de un lugar a otro, se queden en casa, se evita que transmitan el coronavirus a aquellas que aún no están contagiadas. Al estar en casa, ya no se tiene la opción -en teoría- de que podamos contagiar a otras personas o que contraigamos el virus.

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“El objetivo es cortar la transmisión para que haya menos casos. Esto no desaparece la enfermedad, lo que hace [la cuarentena] es simplemente cortar la transmisión, reducir la cantidad de casos y darle un respiro al sistema de salud mientras que se hacen algunas otras intervenciones. Esto es lo que se buscó con la primera [cuarentena], y es lo que se busca con esta”, nos explica el epidemiólogo César Ugarte-Gil, investigador del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt de la Universidad Peruana Cayetano Heredia.

En ello coincide el epidemiólogo Edward Mezones, quien asegura que en este contexto en que el sistema de salud ya está al límite y que la variante británica del coronavirus ya está circulando en el país, con esta decisión “ha primado la salud. Lo que necesitamos es frenar la transmisión para que lleguen menos casos severos a los hospitales, pero no quiere decir que es la única medida”.

Imagen aérea de Lima en el primer día de confinamiento. (Foto: GIANCARLO AVILA @photo.gec)
Imagen aérea de Lima en el primer día de confinamiento. (Foto: GIANCARLO AVILA @photo.gec)

¿Había otra alternativa para disminuir los casos?

Los expertos consultados por este Diario coinciden en que la experiencia en otros países del mundo ha mostrado que tomar medidas menos estrictas no ha funcionado como esperaban, por lo que han tenido que volver a confinar a su población. Este es el caso de países europeos como el Reino Unido, que dejó circular el virus con la idea de alcanzar la inmunidad de rebaño. En el caso del Perú, muchas actividades económicas estaban abiertas.

Un trabajador con equipo de protección personal limpia el interior de una ambulancia después de llegar al Royal London Hospital en Londres, Reino Unido, en plena pandemia de coronavirus. (Foto: Chris J. Ratcliffe / Bloomberg).
Un trabajador con equipo de protección personal limpia el interior de una ambulancia después de llegar al Royal London Hospital en Londres, Reino Unido, en plena pandemia de coronavirus. (Foto: Chris J. Ratcliffe / Bloomberg).
/ Chris J. Ratcliffe

“Muchos de los que están en contra de los confinamientos creen que se puede hacer una vida normal y mantener una economía solida, pero la verdad es que hasta el momento no hemos visto ningún país en el que haya funcionado […] Luego de una enorme pérdida de vidas y además del surgimiento de una nueva variante, [Reino Unido] ha tenido que tomar medidas estrictas”, explica Ángela Uyen, asesora en políticas de salud en Médicos sin Fronteras, con sede en Bélgica.

Ugarte señala que las restricciones deberán ser mantenidas, en mayor o menor medida, hasta que la mayor parte de la población esté vacunada. “Creo que la medida tomada por el gobierno ha sido la correcta, pero la hubiera preferido unas semanas atrás, creo que varios coincidimos en eso. Es lo que ha demostrado [que funciona], tanto en Inglaterra, Irlanda, Francia y Alemania, para bajar el número de casos”.

Un respiro al sistema de salud

Como han alertado la Sociedad Peruana de Medicina Intensiva y el Colegio Médico del Perú, el personal de salud afronta una fuerte fatiga, pues vienen trabajando incansablemente desde el inicio de la epidemia en el país. Ante la segunda ola, es necesario darle un “respiro” al sistema de salud para poder responder a los casos actuales y evitar que lleguen más, señalan.

“El personal de salud ya no es el mismo de marzo del 2020. Están agotados y esta cuarentena les da un respiro para poder seguir atendiendo”, afirma Ugarte-Gil.

“Hay grandes listas para acceder a camas de cuidados intensivos. Recordemos que no solo es poner la cama y el ventilador [mecánico], sino que tiene que haber recursos humanos entrenados para ello. Y la cantidad de médicos y enfermeras entrenadas para cuidados críticos es reducido en el país. Es importante que la población sepa que muchos médicos jóvenes han asumido el reto de estar ahí. La situación es bastante difícil”, señala Mezones.

[Mira la entrevista desde el minuto 18:45]

En este período en que se busca la disminución de casos, se espera implementar 350 camas UCI, 2 mil respiradores de alta flujo y 15 plantas generadoras de oxígeno, según dijo el presidente Francisco Sagasti, además de la llegada del primer lote de vacunas para el personal de primera línea y posteriormente para las personas en mayor riesgo.

“Sin duda, la vacuna es además la esperanza para poder lograr una mayor apertura económica. Pero incluso los países ricos están enfrentando retos para adquirir, distribuir y convencer a la gente de vacunarse”, reflexiona Uyen.

¿Qué errores no repetir?

Durante la primera cuarentena, el objetivo también era evitar la transmisión del virus a gran escala y ganar tiempo para implementar más recursos para responder a la pandemia, pero también se cometieron errores que no permitieron que esta medida sea totalmente efectiva.

Las pruebas PCR pueden seguir dando positivas varios días o semanas después del contagio del virus. (GETTY IMAGES)
Las pruebas PCR pueden seguir dando positivas varios días o semanas después del contagio del virus. (GETTY IMAGES)

Para César Ugarte-Gil será clave tener claro los indicadores epidemiológicos que nos permitan comenzar a abrir algunas actividades. El principal de ellos, explica, es el nivel de positividad en pruebas PCR [casos confirmados de COVID-19]. Con un nivel menor al 5%, se podría comenzar a abrir algunas actividades, señala. Lo importante es “hacerlo de forma ordenada” ahora que se tienen una mayor disponibilidad de pruebas PCR, a diferencia de la primera ola.

Además, según indica Edward Mezones, “no debe descuidarse los primeros niveles de atención. Ese fue un primer punto negativo de la primera cuarentena, ya que ese descuido llevó a que todo sea hospitalizado, que las personas vayan a los hospitales. Ahora hay que reforzar los primeros niveles de atención y lograr que los actores comunitarios participen”. Es decir, aquellos centros de salud más cercanos a las personas deberían tener capacidad de realizar diagnósticos, tener disponibilidad de oxígeno y personal que pueda brindar ayuda a pacientes en los primeras fases de la enfermedad.

Ángela Uyen explica que debemos aprender de la experiencia internacional para no cometer los mismos errores: “Otro error frecuente ha sido abrir la economía antes de que el virus esté bajo control. Estas medidas apresuradas han enseñado, por ejemplo, en el caso de Bélgica, que es mejor quedarse en una cuarentena larga que entrar y salir de estas cuarentenas causando mucha incertidumbre y picos de infecciones y muertes”.

La cuarentena inició el 31 de enero y durará dos semanas en 10 regiones del país. Aún no se conoce si otras regiones entrarán a confinamientos estrictos. “No creo que la [cuarentena] llegue a ser tan larga, porque, a nivel económico, no hay tanta capacidad de respuesta individual y como país”, refiere Ugarte-Gil.

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