De plebeyos a reyes: primer concurso de perros mestizos

Era el 11 de abril de 1965 cuando en el distrito de San Martín de Porres se realizó el primer concurso de perros mestizos o ‘chuscos’ como se les llamaba por aquellos años.

El certamen se realizó en la urbanización Palao, en San Martín de Porres, y congregó a uno 360 perros de todos los tamaños, algunos lanudos y otros sin pelo. Los ganadores de las categorías ‘el más inteligente’ y ‘mejor presencia’ se llevarían un trofeo y mil soles cada uno. Además la ocasión sirvió para vacunarlos gratuitamente.

Al igual que en un concurso de belleza, los canes iban ataviados con sus mejores galas. Subían al estrado con sus dueños, niños y mujeres en su mayoría, quienes los presentaban al público. Acto seguido comenzaba la demostración de sus talentos. Aunque valgan verdades, algunos concursantes tenían pánico escénico y no querían desfilar. En otros casos, los dueños arrancaban carcajadas a los asistentes con sus gestos teatrales para que sus mascotas los obedezcan.

Mientras se daban a conocer los ganadores, el cómico Jarabe se encargó de amenizar la tarde. Además la policía militar realizó una demostración de agilidad y defensa con sus canes.

El gran triunfador del certamen fue Rusty, un perro de pelaje blanco y enmarañado que caminó en dos patas, hizo piruetas, llevó recados en la boca y hasta se hizo el dormido. Estas habilidades convencieron al jurado, encargado por la Sociedad Protectora de Animales, para nombrarlo ganador del “Primer Concurso para Perros Chuscos”.

Su dueño Salomón Javiles Cortez recibió el trofeo y un cheque por mil soles. La buena fortuna de Rusty comenzó cuando fue rescatado del abandono por Salomón quien le abrió su hogar en el Rímac y le enseñó a bailar desde un vals criollo hasta una guaracha.

Un lanudo can bautizado como el famoso cantante Chuby Checker ganó el título de presencia en la categoría grande. A su amorosa dueña Rosa Dorival le faltaban manos para recibir el trofeo y cargar al flamante ganador.

Perlita se alzó con el cetro de reina por su excelente presentación en la categoría chica. Su dueño Julio Lazo, estudiante y vecino de la urbanización Valdivieso, la llevó a concursar junto a cuatro ejemplares más, todos de una misma camada.

Mención especial mereció Guardián, un diminuto perro con rasgos de pekinés, y su elegante dueño, un niño vestido con terno y sombrero, que recibieron los cálidos aplausos de los asistentes. El fin de fiesta estuvo a cargo del trío de música criolla “Los Trovadores del Perú”.